La pelea por la Presidencia de la Asamblea ya empezó
Aunque faltan unos meses para cerrar el 2025, ya se mueve el ajedrez por la presidencia de la Asamblea del Huila. Todo indica que el liberal Sergio Trujillo dejará la silla en manos de Edwin Harvey Barajas o Virgilio Huergo. Barajas ha hecho la tarea juiciosamente, mientras que Huergo—dicen—ha demostrado que también puede. Lo claro es que estos dos se reparten el final del periodo: uno en 2026 y el otro en 2027. Eso ya está cocinado.
¿Sergio Trujillo a la Gobernación?
A propósito de la presidencia de la Asamblea, el nombre de Sergio Trujillo empieza a sonar como posible carta del Partido Liberal y del villalbismo a la Gobernación del Huila. Aunque falta mucho para esa contienda (dos años y medio), su nombre está sobre la mesa por el trabajo que ha hecho: una presidencia sin sobresaltos, cercana a la Gobernación, con resultados, acuerdos y buen ambiente político. Trujillo ha mostrado perfil: es joven, preparado, sereno, y ha demostrado que sabe hacer política sin estridencias. ¿Será él el gallo que enfrente al médico Rodrigo Lara en 2027? Todo dependerá de cómo se muevan las fichas en las elecciones al Congreso… que sí están a la vuelta de la esquina.
Juventud despierta
Más de 1.500 jóvenes del Huila se inscribieron para disputar una curul en los Consejos Municipales de Juventud. ¡El entusiasmo subió un 56,8%! Pero ojo: aunque crece la participación, también se desinfla la presencia de los partidos tradicionales. ¿Será que los jóvenes ya no les compran el discurso reciclado y prefieren jugársela por lo independiente? Que no se equivoquen: esta generación no quiere que los usen de adorno electoral, quiere poder real y espacios donde su voz sí cuente.
¿Dónde están los corregidores?
Si los corregidores de Neiva reciben entre 6 y 7 millones de pesos mensuales, es lógico que la ciudadanía espere resultados tangibles, no solo presencia simbólica. Las comunidades rurales ya se cansaron de esperar y ahora exigen gestión con pruebas, no discursos. El llamado del concejal Juan Sebastián Camacho a rendir cuentas no es un ataque, es una obligación democrática. Porque cuando la institucionalidad falla, el control político debe ponerse serio, y si los corregidores no aparecen con resultados, el debate no se aplaza… se intensifica.
Concentrados del Sur: ¿Reactivación o punto final?
Cuando una planta que prometía impulsar el agro huilense termina paralizada por falta de gestión, el control político se vuelve urgente. En Garzón, la planta de Concentrados del Sur dejó de operar desde 2023 y hoy su futuro pende de una decisión crítica: revivirla o liquidarla. Mientras el departamento insiste en crear una nueva planta para porcicultores, muchos se preguntan si se repetirá la historia de abandono. La Asamblea, gremios y comunidad ya pusieron el foco: o salvamos lo que aún tiene valor, o aceptamos que el deterioro institucional nos está saliendo más caro que cualquier inversión.
Si se pudo
La transferencia de más de $2.907 millones en utilidades por parte de Las Ceibas al municipio confirma que cuando hay voluntad, lo público sí puede funcionar. Este giro histórico no es un gesto, es un deber que toda empresa estatal debe cumplir. Con estos recursos, Neiva podrá avanzar en proyectos clave como la remodelación del Parque Santander, pero su ejecución debe estar bajo lupa. Porque tan importante como recibir el dinero, es garantizar que se invierta con transparencia y pensando en la gente.
Nos duele a todos
Un país donde un adulto mayor muere esperando atención no puede llamarse civilizado. Lo de José Alberto Trujillo Perdomo no fue solo un infarto: fue la consecuencia de un sistema que desatiende, aplaza y agota. Mientras las EPS justifican tiempos y procesos, miles de usuarios enfrentan filas interminables, salas sin ventilación, personal insuficiente y la constante humillación de mendigar por su derecho a la salud. Que este doloroso episodio sirva para algo más que comunicados: que sirva para que, de una vez por todas, se priorice al paciente y no al papeleo. Porque nadie debería morir haciendo un trámite. ¡Nadie!
Al tablero con cifras y realidad
Aunque las cifras oficiales dicen que los homicidios y hurtos han bajado, en muchos municipios del Huila la inseguridad sigue respirando en la nuca de la ciudadanía. El debate en la Asamblea dejó claro que la recién creada Dirección de Seguridad aún no convence: hay recursos, hay contratistas, pero los resultados no se ven en la calle. Cuando los números sonríen en el papel, pero la gente vive con miedo, algo no cuadra. La seguridad no se maquilla con porcentajes: se construye con presencia, acción y confianza real en el territorio.
Restaurar no es dejar en ruinas
La Iglesia San Antonio de Gigante, joya patrimonial del Huila y Bien de Interés Cultural de la Nación, sigue cerrada al público pese a que ya se ejecutó una primera fase de restauración por más de $2.600 millones. El contrato, adjudicado por el Ministerio de Cultura y la Gobernación del Huila, prometía una “intervención integral”, pero dejó fuera el altar y varias áreas claves, impidiendo su uso ceremonial. Con una adición del 136% sobre el presupuesto inicial y múltiples inconsistencias señaladas por la comunidad, este caso es un ejemplo de cómo el patrimonio cultural termina pagando el precio de obras incompletas, mala planeación o falta de vigilancia efectiva. Restaurar es devolverle vida y dignidad a un espacio sagrado, no convertirlo en un museo cerrado.
Cuando la confianza se convierte en botín
Más de $944 millones fueron desviados por el exsecretario de Hacienda de Baraya, Jhon Edison Torrejano, desde las propias cuentas del municipio, valiéndose del poder que su cargo le otorgaba. Usó sus accesos, claves y tokens bancarios para transferir dinero público —sin soporte alguno— a sus propias cuentas y a las de amigos que actuaron como cómplices, retirando casi de inmediato el efectivo en diferentes bancos. Peor aún: intentó borrar el rastro manipulando el sistema contable oficial fuera del horario laboral. Esto no es solo un caso de corrupción, es la traición directa a una comunidad que depositó su confianza en un funcionario que convirtió la Secretaría de Hacienda en su caja menor. La justicia ya pidió su condena, pero el verdadero reto es cerrar las puertas para que nadie más lo vuelva a hacer.
