Renuncia con tensión
La sorpresiva renuncia de Julio César Quintero a la gerencia de la ESE Carmen Emilia Ospina dejó a más de uno con la boca abierta en Neiva. Aunque oficialmente se habló de motivos personales, en los pasillos de la entidad se comenta que la verdadera razón fue un delicado episodio de salud: al parecer, Quintero habría sufrido un infarto en medio de una fuerte discusión con Camilo García, lo que obligó su traslado de urgencia al hospital, donde permaneció bajo pronóstico reservado. La presión del cargo, sumada a ese incidente, habría llevado a su familia a intervenir y priorizar su bienestar por encima de sus responsabilidades administrativas. Así, la tensión administrativa habría cobrado una factura muy alta, y no precisamente en términos institucionales.
Quintero, entre la vocación y el desgaste
Julio César Quintero llegó a la gerencia de la ESE Carmen Emilia Ospina con el respaldo de una hoja de vida impecable como médico y abogado, y con la expectativa de liderar una transformación positiva en la entidad. Sin embargo, lo que encontró fue un escenario marcado por tensiones internas y el peso de una dirección paralela ejercida, según se comenta, por un cercano del alcalde que terminó socavando su gestión. Las irregularidades que se gestaron en ese ambiente no solo desgastaron a Quintero física y emocionalmente, sino que arrastraron a la institución a un torbellino de cuestionamientos públicos. Hoy, más allá del cargo, lo que está en juego es la salud y la dignidad de un profesional que puso todo de sí, pero terminó pagando el precio de un entorno tóxico.
Tierras prohibidas
La polémica estalló cuando se descubrió que la Agencia Nacional de Tierras (ANT) no solo ignoró la ley, sino que literalmente entregó tierras protegidas dentro del Parque Natural Regional Cerro Páramo de Miraflores para actividades productivas, una zona que debería ser sagrada para la conservación ambiental. Mientras el Huila observa indignado, la ANT hace oídos sordos y se burla de la justicia, incumpliendo una orden judicial que le exige respuestas en 48 horas. Para colmo, esas parcelas amenazan recursos vitales, como el acueducto que abastece a cientos de familias campesinas. Este escándalo no solo desnuda una posible negligencia institucional, sino que pone en evidencia una peligrosa jugada entre el Gobierno y la reforma agraria, jugando con el patrimonio natural como si fuera ficha de cambio. ¿Quién responde por este desfalco ecológico?
SOS al gobierno nacional
Neiva se enfrenta a un bombazo: ¡le toca alimentar a 400 presos con un costo anual de 5 mil millones de pesos al año, pero Neiva no tiene el dinero para eso! La municipalidad, atrapada entre el dilema de garantizar seguridad o comida, lanza un SOS al gobierno nacional porque sola no puede ni con la comida, ni con el gasto. ¿Será que el “encierro” ahora también viene con hambre oficial? Mientras tanto, los presos siguen en hacinamiento y las autoridades debaten quién pone la plata… y la comida.
¿Comfamiliar Huila vendió la educación local?
La Asamblea del Huila no se quedó callada ante el polémico convenio entre Comfamiliar y una universidad de Santander que ni siquiera tiene sede en el departamento; mientras las instituciones locales con experiencia y arraigo quedan por fuera, surge la pregunta: ¿se está priorizando la educación de calidad o intereses ajenos al territorio? El director responde que nadie ofrece virtualidad gratuita como ellos y que la prioridad es beneficiar a los afiliados. Pero, ¿será que la educación local está perdiendo la batalla por la falta de oportunidades o hay algo más detrás de esta alianza?
El caos de Comfamiliar Huila
La asamblea del 15 de abril en Comfamiliar Huila dejó más dudas que respuestas: autorizan a un director foráneo y cuestionado a gastar casi 5.000 millones sin control alguno, mientras la caja arrastra demandas por más de 700 mil millones y bienes embargados que nadie explica. Si el presidente Gustavo Petro y la Superintendente del Subsidio Familiar Sandra Viviana Cadena no intervienen con firmeza, la emblemática caja del Huila podría terminar liquidada. ¿Superávit? Solo palabras, porque si realmente hay dinero, ¿por qué no pagan sus deudas? La urgencia es clara: fiscalización real para evitar que la caja, patrimonio de los huilenses, se convierta en la caja mayor de la política.
Control ausente en salud del Huila
¿Cómo es posible que el CAIMI haya estado ofreciendo servicios de parto y hospitalización que en realidad nunca prestó? La concejal Lourdes Mateus denunció que, aunque la Secretaría de Salud del Huila programó visitas de control para verificar la calidad, estas no se ejecutaron, dejando al descubierto un grave vacío administrativo. ¿Será que el exsecretario Sergio Zúñiga estaba más ocupado en su campaña política que en garantizar la salud de los huilenses? La falta de supervisión puso en riesgo a muchas familias y evidencia que el control en salud en el departamento fue una mera ilusión.
Salud, como excusa para campaña
La concejal Lourdes destapó una grave irregularidad: durante todo 2024 no se realizaron las visitas de control para verificar las habilitaciones en hospitales municipales como pas+o en Neiva con el CAIMI, donde servicios como atención de partos y hospitalización estaban habilitados solo en papel, sin prestarse realmente. Esto abre la incertidumbre de si en los hospitales de los 37 municipios se estará representando esta misma situación que pone en riesgo la salud de los huilenses y evidencia una posible orden directa del entonces secretario de salud para impedir estas inspecciones. ¿Estará el gobernador Rodrigo Villalba Mosquera enterado de estas irregularidades?
Dos años sin cancha, ¿negocio o abandono?
Yaguará lleva casi dos años sin cancha de fútbol tras una remodelación millonaria que debía durar cinco meses; entre suspensiones, adicionales para un costoso cerramiento y excusas como vandalismo y clima, la obra sigue parada, la Villa Olímpica está enmontada y la comunidad ya no cree en promesas, mientras algunos empiezan a sospechar que este contrato es negocio para unos pocos.
