Diario del Huila

¿Y después del lunes, qué?

Jul 31, 2025

Diario del Huila Inicio 5 Opinión 5 ¿Y después del lunes, qué?

Por: Ramiro Andrés Gutiérrez Plazas

ramirogupl1986@gmail.com

El lunes pasado ocurrió un hecho que sacudió al país, se dictó sentencia condenatoria contra Álvaro Uribe Vélez. La noticia, como era de esperarse, se convirtió en el plato fuerte de los medios de comunicación durante días. Algunos intentaron aprovechar la coyuntura para alimentar la interacción en redes, mientras otros, incluyendo políticos, vieron en este episodio una oportunidad para sacar réditos, ya fuera a favor o en contra del expresidente. Pero lo que realmente se avivó con todo esto fue la polarización.

No es gratuito decirlo. Colombia fue clasificada como el segundo país más polarizado del mundo, según el Barómetro de Confianza de Edelman, presentado en el Foro Económico Mundial. El estudio, realizado en 28 países, encontró que factores como la ansiedad económica, la desconfianza en el gobierno, la brecha entre clases sociales y el descrédito de los medios profundizan la división. En nuestro caso, el 51 % de los encuestados percibe una mayor fragmentación social que el año anterior y el optimismo económico cayó 22 puntos.

Se generó tanta expectativa alrededor de ese día, al que muchos llegaron a señalar como un punto de inflexión en la historia reciente de Colombia, que parecía que el país colapsaría. Pero, ¿qué pasó en realidad? Nada. El dólar no se disparó, las calles no ardieron, y la rutina siguió su curso, la gente fue a trabajar, los niños al colegio, la vida continuó. Sin embargo, lo que sí pude observar, fue cómo las redes sociales y hasta las conversaciones cotidianas se llenaron de insultos, ataques y descalificaciones.

Nos comportamos como fanáticos. En nuestro afán de tener siempre la razón, dejamos de escuchar al otro. Ya no debatimos ideas; atacamos personas. ¿Y si defendiéramos con la misma vehemencia la justicia cotidiana? No hablo de la justicia que imparten los jueces, sino de aquella que se practica con civismo, respetar las normas, cuidar al prójimo, pensar en el bien común. ¿Qué pasaría si, en lugar de insultar o amenazar al que piensa distinto, intentáramos entender su mirada del mundo?

Es triste ver cómo nos desgastamos peleando entre nosotros, defendiendo partidos y figuras políticas, mientras en las oficinas del alto gobierno se toman decisiones que tal vez no nos favorezcan a todos, sino solo a unos pocos. Mientras discutimos entre “uribistas” y “petristas”, se nos están robando las oportunidades, nos están empobreciendo, nos están arrebatando el país.

Si no cambiamos el rumbo, si no pasamos del enfrentamiento al consenso, la violencia seguirá creciendo, y con ella, la pobreza, la inseguridad y el desencanto colectivo. Por eso, quiero invitarlos a algo muy sencillo, bajémosle el tono a la confrontación. Reconozcamos que somos un país con 50 millones de pensamientos diferentes y que eso, lejos de ser un problema, puede ser nuestra mayor fortaleza.

Ya es hora de que dejemos de repetir la misma pelea de siempre. Antes fueron realistas contra patriotas, luego liberales contra conservadores, hoy uribistas contra petristas. ¡Ya no más! Que lo que nos una sea el deseo común de construir una patria en paz, justa y digna para todos.

Tal vez te gustaría leer esto