La reciente experiencia de Victoria (Australia), donde el auto-muestreo para la detección del virus del papiloma humano (VPH) creció de menos del 0,5 % a cerca del 30 % de los exámenes en apenas dos años, es una llamada de atención y una oportunidad de transformación para Colombia.
En una entrevista con Alvin Lee, del Australian Centre for the Prevention of Cervical Cancer (ACPCC), publicada recientemente por la entidad, se reveló que esta estrategia aumentó la cobertura en mujeres tradicionalmente difíciles de alcanzar: mayores, rurales o que nunca se habían realizado un examen. Esto demuestra que cuando brindamos opciones reales, adaptadas al contexto de las personas, el camino hacia la eliminación del cáncer de cuello uterino se acelera de manera significativa.
En Colombia, desde la labor de la Fundación SalBo y junto con otros actores del sector salud, sabemos que los desafíos persisten: barreras de acceso, estigmas, falta de información y una cobertura aún baja en poblaciones vulnerables. En un país donde la geografía, los recursos y las brechas sociales dificultan la detección temprana, es momento de convertir la inspiración de Victoria en una hoja de ruta concreta.
¿Qué podemos aprender y aplicar? Primero, ampliar la opción del auto-muestreo del VPH como método legítimo, seguro y científicamente probado. En el caso australiano, su precisión fue comparable al método tradicional. Segundo, adaptar la implementación al contexto local, mediante comunicación clara, empoderamiento de las mujeres en zonas apartadas, alianzas comunitarias y acompañamiento domiciliario. Y tercero, integrar este método a políticas públicas sólidas, garantizando acceso al análisis, resultados oportunos y tratamiento cuando sea necesario.
Mi visión como líder global en el control del cáncer es clara: Colombia puede y debe avanzar en este camino. Un modelo mixto que combine la infraestructura existente con innovaciones como el auto-muestreo permitirá cerrar brechas, promover la equidad y avanzar hacia la eliminación del cáncer cervical.
La experiencia de Victoria – Australia no es un fenómeno aislado, sino un modelo replicable. En Colombia, el auto-muestreo del VPH ya fue incorporado como una prueba válida en la reciente Guía de Práctica Clínica para la detección del cáncer de cuello uterino del Ministerio de Salud. Ahora el reto es socializarla y ponerla al alcance de nuestras mujeres como una opción real, cercana y transformadora.
