A plena luz del día y en una carretera solitaria del Huila, el representante Julio César Triana sobrevivió a un ataque a bala que dejó ocho impactos en su camioneta, reavivando las alarmas por la seguridad de la oposición política en Colombia.
DIARIO DEL HUILA, JUDICIAL
En una jornada marcada por la violencia y la incertidumbre, el representante a la Cámara por el Huila, Julio César Triana (Cambio Radical), denunció haber sido víctima de un atentado armado en la vía que comunica al municipio de La Plata con Paicol, cuando regresaba a Neiva después de cumplir agenda con comunidades del occidente del departamento. El ataque, perpetrado con fusiles y pistolas 9 mm, dejó ocho impactos de bala en la camioneta oficial en la que se movilizaba junto con su equipo de trabajo y miembros de la Fuerza Pública. Milagrosamente, todos salieron ilesos.
El ataque en una carretera vacía
Los hechos ocurrieron en horas de la tarde, en un tramo de la vía rural caracterizado por la baja presencia de la Fuerza Pública. Según el relato de Triana, el vehículo oficial fue interceptado por hombres armados que, al no lograr detenerlo, abrieron fuego de manera indiscriminada.
En un video publicado en su cuenta de X, el congresista describió con voz agitada lo ocurrido:
“Quiero contarles a todos que estamos en el vehículo: nos acaban de atentar, nos acaban de disparar con fusil y pistola saliendo de La Plata. Vengo con los policías, la UNP. Todavía no hemos recibido apoyo ni de la Policía ni del Ejército. Estamos llegando a Paicol, la ruta está absolutamente sola. Recibimos varios impactos. Pedimos apoyo de la Fuerza Pública.”
Las imágenes compartidas muestran tres vidrios perforados por los disparos y otras marcas de bala en la carrocería. Varios proyectiles impactaron el área donde iba sentado el congresista, aumentando la gravedad de la situación.
Ocho disparos y una llegada en rines
A pesar del tiroteo, el conductor no detuvo la marcha. Con el riesgo latente y uno de los neumáticos destruido, lograron avanzar hasta Paicol, a unos 40 kilómetros del lugar del ataque. Allí, en la estación de Policía, recibieron resguardo mientras se coordinaba su evacuación.
“Muchos de esos impactos fueron específicamente en el lugar en el que yo venía sentado. Agradezco a la Fuerza Pública, la Policía, al Ejército, a todos la solidaridad y quiero expresar que tanto los policías como el hombre de la UNP que me acompañan, todos estamos bien. Logramos llegar en rines al pueblo más cercano que era Paicol y llegamos a la estación. Aquí no solamente nos han protegido, sino que ya han dispuesto de un helicóptero para que podamos salir de aquí y llegar a Neiva.”, relató Triana en otro video.
La Novena Brigada del Ejército Nacional informó que, tras el ataque, tropas y unidades policiales sostuvieron combates con los presuntos responsables, quienes habrían huido hacia zonas rurales. El área fue asegurada y se desplegaron aeronaves del Ejército y de la Fuerza Aérea para garantizar la extracción del congresista.
Un historial de amenazas ignoradas
Este no fue un hecho aislado. El representante Triana venía denunciando amenazas contra su vida desde hace más de un año:
- 25 de mayo de 2024: recibió llamadas y mensajes anónimos que lo calificaban como “enemigo de la paz” por su respaldo público a la Fuerza Pública.
- 2 de octubre de 2024: fue amenazado directamente, junto con su familia, a través de mensajes de WhatsApp.
- 12 de agosto de 2025: las disidencias de las FARC, frente “Rodrigo Cadete”, lo declararon “objetivo militar” junto con otros congresistas del Huila.
En todos esos casos, el congresista solicitó el fortalecimiento de su esquema de seguridad a la Unidad Nacional de Protección (UNP), pero sus peticiones fueron negadas o dilatadas. Hubo una solicitud formal remitida incluso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), trasladada a la UNP, que fue rechazada. Posteriormente interpuso un recurso de reposición, también negado. En junio de 2025, realizó una nueva solicitud, pero la respuesta fue que se haría “un nuevo estudio”, lo que dejó su seguridad en el mismo nivel de vulnerabilidad.
Cambio Radical señala al Gobierno
La reacción política fue inmediata. A través de un comunicado, Cambio Radical expresó su rechazo contundente al atentado y responsabilizó al Gobierno Nacional por no actuar a tiempo frente a las advertencias.
“Responsabilizamos directamente al gobierno del presidente Gustavo Petro por la vida de nuestro congresista (…). Pensar diferente no puede ser motivo para silenciar la voz ni la vida de los colombianos.”
El partido recordó que el caso de Triana no es aislado y lo vinculó con el reciente asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, asegurando que existe una escalada de violencia contra figuras políticas de la oposición.
En su declaración, Cambio Radical lamentó que, pese a las repetidas denuncias, no se hayan tomado medidas efectivas:
“Agradecemos que nuestro congresista se encuentre fuera de peligro; sin embargo, el vehículo en el que se movilizaba quedó totalmente destruido. Nos solidarizamos con él, su familia y su equipo de trabajo ante este difícil momento.”
Una región marcada por la violencia
El ataque contra Triana se produjo en una zona del Huila históricamente golpeada por el conflicto armado. Municipios como La Plata y Paicol han sido corredores estratégicos para el tránsito de grupos armados ilegales, entre ellos disidencias de las FARC que se disputan el control territorial con bandas de narcotráfico.
En los últimos meses, el departamento ha sido escenario de hostigamientos, atentados y extorsiones que han afectado tanto a la población civil como a líderes sociales y autoridades. La ausencia intermitente de la Fuerza Pública en ciertas vías ha sido denunciada por diferentes sectores, lo que aumenta la percepción de inseguridad.
El Ejército y la Policía responden
Tras el ataque, el Ejército Nacional informó que en Paicol se registraron combates con los responsables. El Grupo Liviano de Caballería N.º 6 aseguró el área y mantuvo operaciones en conjunto con aeronaves del Ejército y la Fuerza Aérea. La Policía Nacional, por su parte, reforzó el control en la zona e inició labores de inteligencia para identificar a los atacantes.
A través de sus canales oficiales, el Ejército reportó:
“Tropas de la @Ejercito_Div5 y @PoliciaColombia sostuvieron combates con los presuntos responsables de una acción criminal contra el senador Julio César Triana. Permanecen desplegadas unidades de la Novena Brigada para garantizar el control territorial.”
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Consejo de seguridad sigue firme en La Plata
El gobernador del Huila, Rodrigo Villalba Mosquera, rechazó enfáticamente el atentado contra el representante a la Cámara Julio César Triana y su comitiva, señalando que se ha mantenido comunicación permanente con el congresista, quien permanece en la Estación de Policía de Paicol bajo protección. Explicó que, en coordinación con la Policía y el Ejército, se adelantan acciones para garantizar su evacuación y seguridad, y confirmó que el consejo de seguridad convocado previamente para el próximo viernes en La Plata, con presencia de altos funcionarios del Gobierno central, se realizará con el propósito de adoptar medidas que brinden tranquilidad y protección a todos los huilenses.
El mensaje final de Triana
Horas después de llegar a Neiva, Triana emitió un comunicado agradeciendo la solidaridad y reiterando su preocupación por la seguridad de la oposición política en Colombia.
“Este fue un feroz y demencial ataque. Ocho impactos de bala, de fusil y de pistola 9 mm, esperando específicamente el vehículo en el que me movilizaba. Gracias a Dios y a la reacción de mi equipo y de la Fuerza Pública, hoy puedo contar lo que pasó.”
El congresista insistió en que este atentado es una señal de alarma que debe ser atendida de inmediato por el Gobierno. También subrayó que el episodio no lo hará ceder en sus posiciones políticas ni en su respaldo a la Fuerza Pública.
Un síntoma de la crisis de seguridad
El atentado contra Triana se inscribe en un contexto más amplio de deterioro de la seguridad en Colombia. Las promesas gubernamentales de una “paz total” chocan con un incremento de ataques selectivos contra líderes políticos, defensores de derechos humanos y miembros de la Fuerza Pública.
Organizaciones como la Fundación Paz y Reconciliación (Pares) han advertido que en departamentos como Huila, Caquetá y Cauca, las disidencias han fortalecido su presencia, mientras los esquemas de protección para figuras en riesgo siguen siendo insuficientes o tardíos.
La pregunta que queda
Aunque la reacción militar y policial posterior al atentado fue rápida, queda la pregunta sobre por qué no hubo patrullaje en la ruta donde ocurrió el ataque, pese a las advertencias de riesgo que pesaban sobre el congresista.
Para Triana y su partido, la responsabilidad es clara: se ignoraron alertas previas y no se reforzó la protección, dejando a un representante de la nación expuesto en una de las zonas más peligrosas del país.
El caso está ahora en manos de las autoridades judiciales y de inteligencia, que deberán establecer quiénes fueron los autores materiales e intelectuales del atentado, y si este hace parte de un patrón más amplio de hostigamientos contra la oposición.
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