El documento de la Misión de Observación Electoral- MOE, en un año preelectoral, evalúa la preparación de los partidos políticos en Colombia para implementar la Ley Estatutaria 2453 de 2025, la cual busca prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres en política.
Por: Francy Villarreal Ruiz.
El informe generado desde la Misión de Observación Electoral -MOE, se enfoca en cinco áreas claves: la primera, protocolos y normas internas, instancias de género, formación y sensibilización, registros de casos y rendición de cuentas y financiación.
El análisis revela que, si bien existen avances en la incorporación de principios de igualdad y no discriminación, la implementación de mecanismos específicos varía entre los partidos.
El texto también destaca la importancia de la Sentencia C-317 de 2024, que complementa la Ley 2453 al establecer deberes generales para las organizaciones políticas en la erradicación de la Violencia Contra las Mujeres en Política-VCMP.
Finalmente, el documento propone lineamientos prácticos para la actualización de protocolos internos, incluyendo la ampliación de la tipología de violencia, la creación de rutas de denuncia claras y la integración de sanciones disciplinarias.
Las voces en el Huila
Este medio de comunicación indagó a cuatro dignas representantes del liderazgo político en el departamento del Huila, cada una desde una postura distinta, da una mirada a cómo se implementa o por lo menos, se respetan las condiciones de la mujer en el contexto político en un año netamente preelectoral.
Cada una expone dentro de su rol de desarrollo político, el panorama en lo que respecta a la implementación de la Ley que protege en Colombia, la participación de las mujeres en el ambiente político.

Los retos de los partidos
Nelly Pulido líder sindical en el Huila, señala que “En buena hora”, la Ley estatutaria 2453 de 2025 permite establecer los avances y retos de los partidos políticos frente a la violencia contra las mujeres en la política.
“Podríamos decir que en el Departamento del Huila hay un retroceso y mucho que avanzar. Hay motivos que conllevan a nosotras las mujeres a estar en silencio, en una acumulación de tenciones por lo que se dice en los medios, en las calles, en las redes, se normaliza la violencia, se invisibilizan las propuestas, la apropiación de sus ideas por hombres, la exclusión de espacios de decisión, la negación a la palabra o la imposición de estilos autoritarios en los debates políticos; aunque se reconocen las desigualdades históricas se siguen dando en nuestra región”.
Agregó Pulido que las mujeres lideres son atacadas sistemáticamente en espacios partidarios mediante insultos ridiculización, burlas, rumores sobre su vida privada, hasta cuestionamientos de su capacidad o autoridad moral.
“Se presentan barreras de orden social, económico, político y cultural que limita el ejercicio de la política, el clientelismo, la corrupción, la guerra cognitiva de los medios de comunicación que reproducen antivalores y fortalecen en ocasiones a la institucionalidad”.
Para la líder es difícil competir por una curul en un contexto electoral, por lo que se hace urgente transformar los espacios educativos creando ambientes donde se respete la diversidad y los Derechos Humanos de las mujeres en procura del bien común.
Acciones de las instituciones
Dentro de las reflexiones que ofrece Pulido, al tema, señala que es hora de preguntar a la institucionalidad en la región, como está la política pública de las mujeres huilenses, cuando se encuentra desactualizada y si cumplir las metas de implementación.
Además de lo que ha pasado con el gran espacio del Consejo Departamental de Mujeres, donde se desconoce el liderazgo, las decisiones, autonomía, y se crea un decreto que excluye a las mujeres huilenses de su participación.
“Nos preguntamos, ¿Qué está sucediendo con La secretaria de la mujer en el departamento cuanto estuvo más de tres meses acéfala? Sino creamos liderazgos y le damos oportunidades a nuestras mujeres, muy difícil participar en política y por ende llegar a tener una curul, en realidad hay mucho por hacer”.

Única diputada del Huila
Victoria Castro es la única diputada del Huila, pertenece al partido Liberal Colombiano uno de los más tradicionales del poder en el país, y la región.
Se refiere a la violencia política con enfoque de género como un fenómeno que va en alza, ejemplo, de ellos se refleja actualmente en la poca participación y elección de las mujeres en el departamento que fue evidente en las últimas elecciones del pasado 2023.
“Esto es el resultado de las grandes limitantes en el acceso y ejercicio efectivo de los derechos políticos de las mujeres. Sin embargo, en las contiendas electorales que se avecinan, miramos una participación más nutrida de las mujeres en esos espacios legislativos, lo que nuevamente nos pone como mujeres y líderes una meta que es la mayor representación de mujeres por el Huila en el Congreso de la República. Y la obligación, por supuesto, de promover que en las próximas elecciones regionales las mujeres se atrevan a dirigir los destinos de los 37 municipios de nuestro departamento y por supuesto la gobernación”.
Puntualizó la diputada que solamente este objetivo se logra si como mujeres “Nos rodeamos, si validamos nuestros esfuerzos desde cada uno de los espacios de participación y liderazgo que tenemos en nuestro departamento”.

Una mirada social
Ilba Yohana Trujillo Garzón, líder social y activista de los derechos de las mujeres, representante del Consejo Consultivo Municipal y departamental de mujeres en la región, se refiera a cómo se ha venido cumpliendo y de qué manera la Ley que otorga la participación política de las mujeres.
“Se ha venido avanzando bastante en nuestro país; pero la violencia de género no deja de ser un panorama muy visible entre nosotras las mujeres; precisamente porque no ha permitido los hombres que hacen parte de los partidos políticos que las mujeres encabecen esas listas, sino que en muchos partidos lo permiten como cuota política de igual forma por lo menos en nuestro departamento del Huila hemos perdido esos espacios políticos”.
El panorama que dibuja frente a la participación de mujeres en la democracia, señala la líder social que se atribuye a que las mujeres no han sido solidarias, ni tienen la empatía entre el mismo género, “Y es lo que nos permite minimizar nuestra participación en esos espacios como Concejos y Asamblea, de igual forma siempre se respira un aire machismo por hombres y por algunas mujeres que no permiten que avancemos sino al contrario que estemos allí por un cumplido”.

Nuestra voz, una amenaza
Natalia Trujillo Leiva, es ingeniera Industrial, especialista en Alta Gerencia, Gestión Pública y magister en Administración de las organizaciones, su profesionalismo le ha permitido profesionalmente se secretaria del Cultura y Turismo del municipio del municipio de Yaguará, asesora en marketing político y Política Pública de la Mujer – Gobernación del Huila
Expresa Natalia que las mujeres han tejido con resistencia y esperanza el liderazgo en este departamento.
“Somos las que alzamos la voz por los animales, las que organizamos las Juntas de Acción Comunal, luchamos por los derechos de nuestros campesinos, luchamos por los derechos del sector LGTBI y entre muchas luchas más; pero desafortunadamente en nuestro territorio una sombra crece: la violencia política contra las mujeres, un flagelo que no distingue banderas y que pretende silenciarnos”.
Para la líder política, el asesinato y secuestro de lideresas sociales en Colombia es una herida abierta, donde cada nombre es un proyecto truncado, una comunidad que queda huérfana, “Aunque en el Huila hemos tenido que lamentar menos perdidas que en otros departamentos, la amenaza es latente. Las balas no son el único lenguaje; están las amenazas anónimas, los panfletos, los seguimientos”.
¿Nos callarán?
Para Natalia Trujillo Leiva la respuesta a la pregunta si ¿Nos callarán?, la estamos escribiendo día a día las mujeres del Huila, mujeres que siguen organizándose, candidateándose, liderando las banderas de sus comunidades.
“Sería verdaderamente gratificante que el legado político de la mujer huilense no se limitara a las 12 o 15 nombres que hoy lo encarnan con tanto valor como Karito Ortigoza, Diana Monje, Victoria Castro, Natalia Caviedes, Florita Perdomo, Lourdes Mateus, Esperanza Andrade, Leyla Rincón, Luz Ayda Pastrana, Mayra Losada y Mariana Losada; sino que estas cifras se multiplicaran hacia una representación auténtica y masiva”.
Describe como un anhelo que, que las próximas elecciones a las Alcaldías, los nombres de mujeres resplandezcan en las tarjetas electorales, “Es urgente que las curules de la Asamblea Departamental dejen de ser un espacio predominantemente masculino, donde hoy, de manera lamentable, la diputada Victoria Castro es la única voz mujer en toda una Corporación, y como pasa en su gran mayoría en los concejos municipales. Esta no es una estadística de progreso; es un recordatorio de la deuda histórica que tenemos que saldar”.
La ingeniera señala que ha llegado la hora de movilizarnos, de salir a votar con conciencia de género y por la transformación territorial, “Mi compromiso es trabajar incansablemente para apoyar una mujer a la Cámara de Representantes y una mujer al Senado de la República. Es hora de que el Huila no solo hable de equidad, sino que la elija”.

La estigmatización política
Lourdes Paola Mateus, concejal de Neiva y candidata a la consulta popular por el Pacto Histórico, enmarca que la violencia política es algo que está sobre la mesa, que se vive todo el tiempo las mujeres; pero justamente en la en la medida en la que las mujeres ingresan a los escenarios de participación política, pues se va poniendo sobre la agenda pública que este es un tema importante que hay que debatir.
“Es un flagelo que sigue a flor de piel, pero nosotras seguimos, por supuesto, colocándolo sobre la mesa, especialmente porque hablar de la violencia política es también hablar de otro tipo de violencias de género que están supremamente arraigadas en todos los espacios de la sociedad, en los que estamos las mujeres”.
Considera que, como concejala de Neiva, siente que ha sido víctima del flagelo de la violencia política, desde el momento en el que se le señala que a “habla muy fuerte, que es muy polémica, que es crítica y que ataca al gobierno municipal”.
“Frente a los cuestionamientos a que soy crítica, por supuesto que lo soy. Yo no voy a negar algo que es verdad. Yo siempre digo, a mí se me acusa de hablar duro, yo me declaro completamente culpable. Incluso el mismo alcalde ha ejercido violencia política contra nuestro ejercicio pues al referirse a que definitivamente le incomoda mucho pues la manera en la que nosotros pues hacemos críticas hacia su gobierno, pero no le molestaba el gobierno de su antecesor y tampoco le molestan los tonos de otros concejales hombres que lo cuestionan cuando lo cuestionan, que son escasos, sí, pero a veces cuando lo cuestionan eso no le molesta”.
Finalmente, puntualizó la concejal Mateus que claramente la violencia política, es una violencia de género hacia una mujer que se le sale del molde, y del control de las posibilidades sociales actuales.
La violencia contra las mujeres en política constituye una de las barreras más persistentes para garantizar la participación plena y en condiciones de igualdad de las mujeres en los espacios de representación y toma de decisiones.
En Colombia, el Huila y Neiva; este fenómeno ha sido ampliamente documentado, revela que las mujeres que ejercen liderazgo político enfrentan no solo los desafíos propios de la competencia electoral, sino también agresiones y prácticas discriminatorias orientadas a desincentivar, obstaculizar o incluso impedir su participación.








