En 2025, la vacunación contra el VPH en Colombia apenas alcanza el 19,5 % en niños y niñas de 9 años, muy lejos del 95 % propuesto por el Ministerio de Salud.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
Colombia está perdiendo una batalla clave en salud pública. En 2025, la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) en niños y niñas de 9 años apenas alcanza un preocupante 19,5 %, según datos consolidados por la Liga Colombiana Contra el Cáncer. Esto representa un retroceso notable respecto a años anteriores y prende las alarmas de instituciones médicas, organizaciones civiles y expertos en salud pública.
El panorama no es nuevo. Ya en 2024, el país no logró cumplir sus objetivos de inmunización: solo el 52,6 % de las niñas de 9 años y el 42,2 % de los niños habían recibido la vacuna, cifras que distan mucho del 95 % planteado por el Ministerio de Salud. Hoy, la situación es aún más crítica: en niñas, la cobertura es del 21 %, y en niños, apenas del 18 %.
Esta vacuna —gratuita y disponible durante todo el año— ha probado ser segura y altamente eficaz en la prevención del cáncer de cuello uterino, vagina y vulva en mujeres; de pene en hombres; y de ano y garganta en ambos sexos. A pesar de ello, el avance en la vacunación en Colombia es lento y desigual.
La Alianza Nacional Abrázame, conformada por más de 80 organizaciones y colectivos, lanzó recientemente un llamado urgente al país para priorizar esta vacuna. “Es necesario que tanto el sector público como el privado implementen estrategias eficaces para aumentar la cobertura y educar a la población sobre la importancia de prevenir el VPH”, señaló la alianza en un comunicado.
Vacunación no avanza
Marcela Forero, directora del Área Social de la Liga Colombiana Contra el Cáncer, explica que uno de los factores más persistentes que impide el avance en la vacunación es la desinformación. “Muchos padres aún creen, de forma errónea, que esta vacuna afecta la fertilidad, provoca efectos secundarios graves o incentiva la actividad sexual temprana. Estos mitos han creado una barrera cultural difícil de derribar”, señaló.
Forero destaca que hoy el esquema es más sencillo que años atrás: se requiere solo una dosis para la mayoría de los niños y niñas, y ya no se exige consentimiento por escrito de los padres, lo que facilita la aplicación. “Sin embargo, la falta de campañas informativas claras y constantes, y la débil articulación entre los sectores de salud, educación y comunidad han limitado el alcance de las jornadas de vacunación escolar, que históricamente han sido muy efectivas”, añadió.
Luis Jorge Hernández, médico salubrista y profesor de la Universidad de los Andes, coincide en que el Ministerio de Salud no ha logrado integrar la vacunación contra el VPH en la ruta de atención primaria ni en los programas de salud sexual y reproductiva. Según Hernández, “las campañas han sido esporádicas y poco sostenibles, lo que no permite contrarrestar de forma efectiva los mensajes erróneos que circulan en redes sociales o en las comunidades”.
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Además, destaca la falta de promoción de los puntos de vacunación fuera del ámbito escolar y las barreras que enfrentan poblaciones rurales, con alta movilidad o en situación de vulnerabilidad socioeconómica. “Aunque la estrategia escolar funciona, muchas instituciones educativas e incluso padres de familia se niegan a participar o exigen condiciones adicionales que complican la logística de vacunación”, indicó.
La realidad es que el VPH infectará a la mayoría de personas en algún momento de sus vidas. Aunque muchas infecciones son inofensivas y transitorias, un porcentaje importante persiste y puede causar cáncer. Se estima que el VPH es responsable del 95 % de los casos de cáncer de cuello uterino, y de hasta el 90 % de los de ano, 70 % de los de vagina y garganta, y 60 % de los de pene.
Yajadira Lozano, coordinadora nacional de Enfermería de Profamilia, insiste en que aumentar la vacunación es una inversión en salud pública: “Implica menos tratamientos invasivos, menos hospitalizaciones y más vidas salvadas. Esta vacuna salva vidas y lo ha demostrado durante décadas de uso seguro y controlado”, enfatizó.
Puntos de vacunación
Actualmente, el Ministerio de Salud ha habilitado más de 3.000 puntos de vacunación en todo el país, tanto en instituciones educativas como en centros médicos públicos, donde los menores de entre 9 y 17 años pueden acceder de forma gratuita. Después de esa edad, la vacuna tiene un costo, pero sigue siendo altamente recomendada.
Expertos coinciden en que se requiere una intervención urgente y coordinada que refuerce la vacunación escolar, capacite al personal de salud y educación, y brinde información clara y confiable a las familias. Solo así se podrá revertir esta preocupante tendencia que pone en riesgo la salud de toda una generación.
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