Diario del Huila

Vacas por la Paz, apoyo a familias de Garzón

Feb 3, 2025

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La Asociación de Ganaderos del Centro del Huila y Fundagán entregaron 10 novillas preñadas a siete familias vulnerables de Garzón, como parte del programa “Una Vaca por la Paz”, para mejorar sus condiciones de vida y apoyar el desarrollo rural.

DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA

En un acto de solidaridad y compromiso con las comunidades rurales, la Asociación de Ganaderos del Centro del Huila (Asogacentro) y el Comité de Ganaderos del Huila, en colaboración con la Fundación Colombia Ganadera (Fundagán), realizaron la entrega de 10 novillas preñadas a siete familias en situación de vulnerabilidad en el municipio de Garzón, ubicado en el departamento del Huila. Esta importante iniciativa hace parte del programa “Una Vaca por la Paz”, que busca mejorar las condiciones de vida de pequeños productores en la región.

Las familias beneficiadas, provenientes de los municipios de Altamira, Tarqui, Timaná, Pitalito, La Plata, Tesalia y La Argentina, no solo recibieron los animales, sino también asesoramiento técnico sobre el cuidado de las novillas y los compromisos que implica la donación. El programa tiene como objetivo ayudar a los productores a mejorar sus fuentes de ingreso mediante el cuidado de estos animales, lo cual también se convierte en una herramienta fundamental para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico de las familias rurales.

Compromiso con la comunidad

Hernando Valderrama, representante del departamento ante la Junta Directiva de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), destacó la importancia de esta inversión social, que refleja el compromiso de los ganaderos locales con las comunidades más necesitadas. Según Valderrama, los beneficiarios deben cumplir con ciertos requisitos para asegurar el éxito del programa, como tener un número limitado de animales, entre ellos un máximo de cinco, y la obligación de entregar solo la primera cría para continuar la cadena de donaciones. Esta dinámica garantiza que el programa tenga un impacto sostenible en el tiempo.

«Es una región con muchas carencias, y este tipo de apoyo es vital para los pequeños productores. Aunque cada donación individual pueda parecer modesta, la multiplicación de este esfuerzo a nivel nacional puede cambiar la vida de muchas familias vulnerables», afirmó Valderrama. Además, resaltó la colaboración con la Fundación de Minuto de Dios, que también contribuirá al bienestar de los beneficiarios, mejorando sus viviendas en el futuro, siempre que cumplan con los requisitos establecidos.

Testimonios de gratitud

Amparo Cerquera Ramírez, una de las beneficiarias y madre cabeza de familia, compartió su emoción y gratitud por recibir la novilla. «Estoy tan contenta que no puedo creer que me escogieran a mí. La vaca se va a llamar ‘Paz’ y espero que la leche que me quede la pueda transformar o vender, lo que me permitirá generar ingresos. Además, el estiércol de la vaca me ayudará para mis pequeños cultivos», comentó con entusiasmo. Amparo no dudó en agradecer a las organizaciones involucradas en este apoyo: «A esas personas que nos tuvieron en cuenta, quiero decirles que muchas gracias», expresó.

Compromiso a largo plazo

Además de la entrega de las novillas, Fundagán anunció la celebración de la quinta versión de la Gran Cena Gourmet, evento que se llevará a cabo el 6 de noviembre en el Club El Nogal, en Bogotá. Este evento reunirá a 600 empresarios y ganaderos con el objetivo de continuar promoviendo la inversión en el sector ganadero, fortaleciendo la soberanía alimentaria y apoyando a miles de familias campesinas de escasos recursos.

Esta actividad forma parte de un esfuerzo continuo para mejorar las condiciones de vida de los pequeños productores, brindándoles herramientas que les permitan no solo mejorar su producción, sino también fortalecer su capacidad económica y, por ende, contribuir al desarrollo del país.

La entrega de las novillas preñadas en Garzón es un ejemplo claro de cómo la solidaridad y el trabajo en conjunto entre organizaciones públicas y privadas pueden generar cambios significativos en las comunidades rurales, mejorando la calidad de vida de los campesinos y brindando oportunidades de progreso a quienes más lo necesitan.

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