Harold Salamanca
En la era del big data, la inteligencia artificial y la medicina de precisión, emerge una ciencia silenciosa pero transformadora, la ciencia del comportamiento humano. Aplicada estratégicamente, esta disciplina ofrece un enfoque innovador y probado para enfrentar el cáncer como uno de los desafíos más apremiantes en salud pública en el mundo.
El cáncer de cuello uterino, por ejemplo, puede prevenirse completamente mediante la vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y el tamizaje oportuno. Sin embargo, las tasas de cobertura siguen siendo insuficientes, incluso en contextos donde existen recursos disponibles. Las causas profundas se encuentran en el comportamiento humano: percepciones de riesgo, hábitos culturales, confianza en las instituciones y barreras de acceso que suelen pasar desapercibidas.
La economía del comportamiento y la ciencia cognitiva han demostrado que ajustes simples en el entorno de decisión como recordatorios personalizados, incentivos sociales o rediseños funcionales en los sistemas de citas médica elevan significativamente las tasas de vacunación, diagnóstico temprano y continuidad en los tratamientos.
Países como Australia y Ruanda ya están mostrando resultados extraordinarios. Australia proyecta eliminar el cáncer de cuello uterino como problema de salud pública en 2035. Ruanda, mediante una estrategia integrada basada en la comunidad, alcanzó más del 93% de cobertura en vacunación contra el VPH en adolescentes. Estas experiencias reafirman que la combinación de ciencia del comportamiento, políticas públicas y compromiso social puede generar transformaciones sostenibles.
Colombia, con una infraestructura en crecimiento y amplio potencial digital, se encuentra en un momento oportuno para adoptar este enfoque. Las intervenciones basadas en comportamiento humano son escalables, rentables y altamente eficaces para acelerar el camino hacia la eliminación del cáncer cervical, además de reducir otras cargas prevenibles como el tabaquismo, la obesidad y ciertos tipos de cáncer asociados al estilo de vida.
La evidencia es contundente: incorporar la ciencia del comportamiento en salud pública representa una oportunidad real para transformar resultados en poblaciones enteras. Es momento de impulsar acciones concretas que integren este enfoque en nuestras políticas, programas y estrategias nacionales.
Desde la Fundación SalBo, como sociedad civil y actores clave en el sistema de salud, extendemos una invitación a tomadores de decisiones, universidades y aseguradoras a liderar esta transformación. Cambiar la manera en que decidimos en salud representa una potente y estratégica herramienta en la lucha contra el cáncer.
