Por: Yamid Sanabria
Hoteles, comercio, gastronomía y entretenimiento al 100% marcaron como nunca antes las fiestas del municipio de Rivera. En días difíciles que la inseguridad ha vuelto a ser el epicentro de las discusiones nacionales, es fundamental resaltar los aspectos positivos de nuestra región; el Huila ante el país debe seguir siendo un referente de confianza para disfrutar con propios y visitantes.
El alcalde Humberto Alvarado ha logrado combinar gestión pública y gobernabilidad, una fórmula que logra atraer la inversión privada para el desarrollo económico, y tuvo un punto álgido el pasado fin de semana en el marco de las festividades. En el parque principal, así como calles aledañas, artistas internacionales y locales lograron convocar alrededor de 10 mil personas en un municipio que cuenta aproximadamente con 27 mil habitantes, una cantidad considerable.
El turismo es una actividad que tuvo un alto impacto económico por los reconocidos lugares de descanso campestre, asi como en transporte, alimentación y servicios adquiridos, en lugares como los reconocidos termales; desde lo social es invaluable con el intercambio de experiencias y compartir en espacios públicos; y desde lo cultural para valorar el gran patrimonio que tiene el departamento en materia natural, así como de música y baile tradicional con las presentaciones desarrolladas.
Como todo evento en el que se presentan excesos, no dejaron de existir lamentables sucesos que deberán ser corregidos en futuras versiones, en especial en el comportamiento adecuado de la ciudadanía; pero en general la seguridad de la fuerza pública siempre estuvo presente para que existieran las condiciones óptimas en todo momento.
Finalmente, municipios como Campoalegre y Yaguará también desarrollaron sus festividades con total éxito; como diría Facundo Cabral “el bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso…”, las fiestas de Rivera hicieron bastante “ruido” sobre lo importante que es la actividad pública cuando se hace con disciplina, esfuerzo y dedicación para la gente.








