Yobany Cuaji Trujillo fue el ganador del premio nacional al inventor colombiano 2025 en su versión 14 gracias a un sistema que creo para la potabilización de agua para ser implementado en comunidades rurales, el cual está brindando beneficio a comunidades en zonas apartadas de la geografía nacional, este premio se entrega anualmente a los mejores inventores en el territorio nacional y este año el mejor fue oriundo del municipio de Garzón.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Hace más de 18 años, cuando Yobany Cuaji Trujillo construyó su primera planta de tratamiento de agua potable en el municipio de El Agrado, no imaginó que esa iniciativa comunitaria sería el inicio de una historia de innovación que hoy lo posiciona entre los inventores más destacados de Colombia, su historia es la de un soñador práctico, un inventor que convirtió la necesidad en oportunidad, y el conocimiento en servicio para miles de familias campesinas.
Yobany vive en el municipio de Garzón, pero su trabajo abarca buena parte del centro del departamento: Pital, Gigante, El Agrado, y decenas de veredas donde el agua limpia es más que un recurso, es sinónimo de salud, dignidad y futuro.
Hace casi dos décadas, Yobany construyó su primera planta potabilizadora de agua en El Agrado. No tenía grandes recursos ni maquinaria moderna, pero sí un propósito claro: que las comunidades rurales tuvieran acceso al agua segura, sin depender de la suerte o de la lluvia.
Esa primera experiencia marcó su camino. Desde entonces, nunca dejó de construir, reparar o mejorar sistemas de acueducto. Lo que empezó como un sueño se convirtió con los años en una empresa sólida y con propósito: Water Purification Technology S.A.S., fundada oficialmente en 2019.
La empresa del agua y de la gente
Water Purification Technology no es solo una compañía; es un equipo de sueños compartidos.
“En este momento yo trabajo con 23 acueductos y pues es lo que nosotros hemos hecho, digo nosotros porque yo tengo un equipo de trabajo que vivo muy agradecido con ellos que son maestros de construcción, auxiliares, el personal que me acompaña para hacer las cosas, las mismas comunidades”, sostuvo.
Con ese grupo, Yobany ha logrado que más de 15.000 personas en el Huila tengan acceso a agua potable, gracias a plantas diseñadas a la medida de cada comunidad.
Sus sistemas incluyen tanques de almacenamiento, redes de distribución y laboratorios básicos de análisis, todo pensado para que el proceso de potabilización sea autosostenible y cumpla con la Resolución 2115 de 2007 del Ministerio de Vivienda y Protección Social.
“A partir del año 2019 me formalicé con Cámara de Comercio, que inclusive me ayudó para el tema del registro de marca y son ellos los que me han ayudado también muchísimo en el tema de los trámites de la patente o las patentes, porque son dos”, sostuvo el inventor.
Cada planta tarda entre tres y cinco meses en construirse. El diseño depende del tamaño del acueducto y del número de usuarios. Los costos que oscilan entre 150 y 600 millones de pesos incluyen todo: materiales, equipos, capacitación y puesta en marcha, pero el secreto del éxito no está solo en la ingeniería, sino en la formación.
“El 50 % del proceso lo hace la planta, y el otro 50 % lo hace el operario, de nada sirve una infraestructura perfecta si quien la maneja no entiende su valor”, explicó Yobany.
En las veredas del Huila, el agua ha sido siempre motivo de conversación, de conflictos y de sueños. Muchas familias todavía dependen de quebradas o nacimientos naturales, sin tratamiento alguno. Por eso, el trabajo de Cuaji trasciende lo técnico: es una cruzada por la salud pública y la equidad rural.
“Cuando uno llega a una comunidad y ve a los niños tomando agua turbia, se da cuenta de que esto no es solo ingeniería, es humanidad. Es darle a la gente una oportunidad de vivir mejor”, expresó.
A lo largo de los años, Yobany ha aprendido que cada comunidad tiene su ritmo, sus miedos y sus saberes. Por eso, su trabajo siempre comienza con el diálogo. Antes de diseñar una planta, se sienta a escuchar. “Ellos saben cómo fluye su agua, de dónde viene y cómo se comporta. Nosotros solo ayudamos a que ese conocimiento se vuelva tecnología.”
Ganador del Premio Nacional al Inventor Colombiano
En 2019, su empeño llamó la atención de la Cámara de Comercio del Huila, especialmente de su oficina de innovación, dirigida por la doctora Joanna González.
Allí, Yobany encontró un nuevo impulso: transformar su experiencia en conocimiento patentado. Con su apoyo, desarrolló dos mejoras tecnológicas para los sistemas de tratamiento de agua, con innovaciones que facilitan el retrolavado de los filtros y optimizan la decantación, mejorando la calidad del agua tratada.
“Nos ayudaron con todo: desde la redacción de las reivindicaciones hasta los planos técnicos. Fue un proceso largo, pero gratificante. Ahí entendí que lo que hacíamos también era ciencia, aunque la hubiéramos aprendido en el campo”, relató.
Hace poco participó en la versión número 14 del Premio Nacional al Inventor Colombiano, organizado por la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC).
De los 110 proyectos que se postularon a nivel nacional, el suyo fue el ganador. Y no solo eso: también recibió reconocimientos internacionales por parte de la Federación Internacional de Asociaciones de Inventores (IFIA), con sede en Londres, y de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
“A raíz de los trabajos que se han hecho con las comunidades rurales, acá hay instituciones que se han dado cuenta de lo que se está haciendo y la principal de ellas que me ha dado la mano, como ya lo decía, es la Cámara de Comercio del Huila”, enfatizó el inventor.
Hoy, su historia no solo inspira a ingenieros y emprendedores, sino también a campesinos, jóvenes rurales y estudiantes que ven en la innovación una herramienta para mejorar su entorno.
“El Huila ya no es solo productor de café o tilapia, también está produciendo ideas. Y eso nos da identidad y futuro, el departamento del Huila ya está siendo visto a nivel nacional e inclusive internacional por eso, porque acá se lleva la delantera en tema de patentes, patentes otorgadas y patentes en solicitud”, indicó el garzoneño.
Gracias a iniciativas como la suya, el departamento se ha posicionado entre los primeros del país en patentes en trámite y otorgadas, demostrando que la creatividad también fluye por las montañas del sur colombiano.
El legado de un soñador
Desde su municipio, Garzón, rodeado de planos, tubos, válvulas y modelos de plantas, Yobany sigue imaginando formas de mejorar sus diseños. Pero su mirada siempre vuelve al territorio.
“Lo más bonito de todo es ver a una comunidad abrir la llave y tomar por primera vez agua limpia. Eso no tiene precio”, dijo
Cada gota potabilizada es una historia de resistencia. Cada planta construida, una muestra de que el ingenio y el compromiso pueden transformar realidades. Y cada patente, una evidencia de que la innovación también puede tener acento huilense y corazón campesino.
“Si alguien tiene una idea, por pequeña que parezca, que la crea, que la trabaje y que busque apoyo, todo invento empieza con una necesidad. Y en el campo, las necesidades sobran”, manifestó Yobany.
Mientras las lluvias siguen moldeando la geografía del Huila, las plantas de tratamiento diseñadas por Yobany Cuaji siguen haciendo su trabajo silencioso: limpiar, purificar, cuidar.
Son estructuras de concreto, pero también de esperanza.
Porque en cada comunidad donde hay agua potable, hay un poco del esfuerzo de este inventor que, con su ingenio y su humildad, le enseñó al país que el progreso también se construye gota a gota.
Apoyo para la creación de las patentes
Como lo indicó el inventor en varias oportunidades tuvo un apoyo constante por parte de la Cámara de Comercio del Huila, por tal motivo, Diario del Huila dialogó con Johanna González, líder de innovación y propiedad industrial para conocer todo el trabajo que realizan con los inventores del departamento del Huila.
“Nosotros acá en la Cámara de Comercio tenemos un laboratorio que se llama Laboratorio de Innovación, Ideación y Creación y desde allí comenzamos con los inventores, hacer todo lo que tiene que ver con la parte de verificación, de análisis de viabilidad, alistamiento de lo que es el proyecto de investigación aplicada que va a terminar siendo redactado en patente”, indicó la funcionaria.
Adicionalmente una vez el proyecto susceptible de patente llega al laboratorio, se le hacen esas etapas, para después comenzar todo lo que es el ensamble técnico y jurídico que se va a presentar en la solicitud de patente de la Superintendencia.
“Hay un recorrido que se acompaña al emprendedor o se acompaña al inventor en el laboratorio para después ya llevarlo a lo que es la solicitud de patente ante la superintendencia con la compañía y orientación del equipo de innovación de la Cámara de Comercio, con Yobany lo primero que hicimos fue revisar el proyecto que él traía desde el municipio de Garzón, en el cual pertenece y una vez lo revisamos comenzamos a ensamblar todo lo que es el proyecto de novedad que tiene la planta de tratamiento que él maneja”, precisó González.
Además, reveló que le ayudaron a hacer las búsquedas, luego los análisis de novedad, en equipo, se les acompañó sin ningún costo, después se hizo todo lo que es el capítulo de diseño que él traía de su planta a mano alzada, el diseño o el modelado ya en el laboratorio de diseño de la Cámara.
“Después se hizo todo el acompañamiento técnico de redacción de la patente, se hizo el alistamiento del trámite y todo el proceso administrativo de radicación ante la Superintendencia y también como casos particulares la Cámara de Comercio en este tipo de proyectos hizo todo el acompañamiento legal para que tuviera su patente concedida como tal”.
