Un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles ha desarrollado un bolígrafo que, con ayuda de inteligencia artificial y tinta magnética, es capaz de detectar el párkinson a partir de simples ejercicios de escritura, abriendo la puerta a diagnósticos más tempranos, precisos y accesibles en todo el mundo.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
En un avance tecnológico con alto potencial clínico y social, un equipo de científicos de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, ha desarrollado un innovador bolígrafo que combina inteligencia artificial (IA) y tinta magnética para detectar el párkinson a partir del análisis de la escritura. Esta herramienta, de bajo costo y fácil fabricación, promete convertirse en una solución accesible para el diagnóstico temprano de esta enfermedad neurodegenerativa, especialmente en regiones con escaso acceso a servicios de salud especializados.
El párkinson es un trastorno del movimiento que afecta a millones de personas en el mundo. Según el portal especializado Medline Plus, la enfermedad ocurre cuando las neuronas del cerebro dejan de producir suficiente dopamina, un neurotransmisor clave en la coordinación de los movimientos. Sus síntomas, aunque suelen comenzar de forma lenta y en un solo lado del cuerpo, se intensifican con el tiempo, afectando el equilibrio, la movilidad y la calidad de vida de quienes lo padecen.
Entre los signos más comunes se encuentran los temblores en manos, brazos, piernas, mandíbula y rostro, la rigidez en las extremidades, la lentitud en los movimientos y las dificultades de equilibrio. Tradicionalmente, su diagnóstico ha dependido en gran medida de la observación médica de estos síntomas físicos, lo que puede dificultar la detección en etapas tempranas o en zonas donde hay escasez de neurólogos y especialistas.
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Escritura y tecnología: una nueva forma de diagnóstico
La propuesta del equipo liderado por el investigador Jun Chen busca cambiar este panorama. El dispositivo desarrollado es un bolígrafo que contiene ferrofluido, una tinta compuesta por diminutas partículas magnéticas que reaccionan al movimiento. Cada vez que una persona escribe con este bolígrafo, el desplazamiento de la tinta genera señales eléctricas que son captadas por sensores y luego analizadas por un sistema de inteligencia artificial.
Para validar su efectividad, los investigadores realizaron pruebas con 16 personas, de las cuales tres eran pacientes con párkinson y las otras trece no. Se les pidió que realizaran tareas simples de escritura, como trazar líneas onduladas, para que la prueba no se viera afectada por factores como el nivel educativo o el idioma. El bolígrafo capturó los movimientos y las señales eléctricas producidas, y la IA se encargó de identificar patrones asociados a irregularidades motoras.
Los resultados fueron sorprendentes: el sistema logró distinguir entre personas sanas y aquellas con párkinson con una precisión media del 96,22%. Este nivel de efectividad representa un avance significativo en la detección temprana, ya que permite identificar los primeros indicios de la enfermedad a través de señales motoras sutiles que no siempre son perceptibles a simple vista.

Una herramienta portátil, económica y autónoma
Uno de los grandes aciertos del diseño de este bolígrafo es su simplicidad y autonomía. No requiere de fuentes de energía externas para funcionar. Su punta está equipada con un sistema magnetoelástico que, al entrar en contacto con una superficie o moverse durante la escritura, altera el flujo del campo magnético. Estos cambios son captados por bobinas internas, que generan una pequeña corriente eléctrica de acuerdo con la ley de inducción de Faraday.
Este sistema de autoalimentación eléctrica, junto con la posibilidad de fabricar el bolígrafo mediante impresión 3D y con materiales de bajo costo, lo convierte en una herramienta ideal para llevar a zonas rurales o de difícil acceso, donde el número de neurólogos por cada 100.000 habitantes puede ser tan bajo como 0,003.
El equipo científico destaca que esta innovación no solo puede beneficiar a quienes ya presentan síntomas, sino también a personas que aún no han sido diagnosticadas y que podrían estar en las primeras etapas de la enfermedad. Al tratarse de una prueba sencilla, económica y no invasiva, su implementación podría contribuir a una detección más temprana y a una intervención médica oportuna.
Mirando hacia el futuro
Aunque los resultados del estudio son prometedores, los investigadores subrayan que todavía se requiere mayor investigación para perfeccionar el dispositivo y validar su utilidad clínica en diferentes fases del párkinson. Uno de los objetivos futuros es adaptar la tecnología para monitorear la progresión de la enfermedad y ajustar los tratamientos de manera más personalizada. Por ahora, este bolígrafo representa un ejemplo claro de cómo la convergencia entre ciencia, tecnología y medicina puede dar lugar a soluciones disruptivas, accesibles y eficaces. Con el tiempo y la inversión adecuada, herramientas como esta podrían revolucionar la forma en que se detectan y tratan enfermedades neurológicas, mejorando la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo.

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