La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) culminó una acción humanitaria de cuatro días en el cementerio comunitario de la vereda Playa Rica La Y, entre San Vicente del Caguán (Caquetá) y La Macarena (Meta), donde fueron recuperados los cuerpos de dos mujeres desaparecidas hace 28 y 15 años.
Los restos fueron trasladados al Centro Integral de Abordaje Forense e Identificación (Ciafi), en Medicina Legal de Neiva, donde continuará el proceso científico para su identificación y posterior entrega digna a sus familias.
Un proceso esperado por décadas
La intervención contó con el acompañamiento de la Corporación Humanitaria Reencuentros, la Junta de Acción Comunal y familiares. Para muchos, fue el primer paso para resolver preguntas que los han acompañado por años: qué ocurrió y dónde estaban sus seres queridas.
Cindy González, investigadora humanitaria de la UBPD en Caquetá, resaltó que se trata de dos casos distintos, ambos sepultados por la comunidad en un acto de respeto, con la esperanza de que algún día sus familias pudieran reclamarlos. Este trabajo, dijo, fortalece la presencia de la Unidad en una región donde históricamente había sido complejo intervenir por razones de seguridad.
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Durante la recuperación, los acompañantes aportaron información valiosa, incluso sobre otros posibles casos, y compartieron recuerdos de las mujeres, recordadas como pilares fundamentales de sus hogares.
Hallazgos forenses
Según el antropólogo forense Juan Pablo Rodríguez, se abordaron dos fosas individuales: uno de los cuerpos conservaba tejido adiposo pese al paso del tiempo, mientras el segundo estaba totalmente esqueletizado. Ambos ingresarán al proceso forense en Neiva para avanzar en su identificación.
Un acto de solidaridad comunitaria
La Junta de Acción Comunal de Playa Rica destacó que, durante años, los habitantes protegieron estos cuerpos con la convicción de que algún día regresarían a manos de sus familias. “Siempre supimos dónde estaban y los cuidamos para que, cuando llegaran sus seres queridos, pudiéramos decirles la verdad”, expresó uno de los líderes.
Esta recuperación forma parte del Plan Regional de Búsqueda Caquetá Norte, que contempla un universo de 1.698 personas desaparecidas, dentro de las cerca de 4.400 registradas en el departamento.
Epismenio Tamayo, enlace territorial de la Corporación Reencuentros, hizo un llamado a quienes tengan información o estén buscando a un familiar: “Todos merecen ser buscados. Hay temor, pero debemos perder el miedo y seguir buscando”.
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