La administración de Donald Trump lanzó un plan integral para enfrentar el consumo y la distribución de drogas en Estados Unidos, enfocándose especialmente en la cocaína, el fentanilo y la heroína.
Esta estrategia incluye sanciones económicas adicionales para países y actores que no cooperen en la lucha contra el narcotráfico, enviando un mensaje contundente a nivel internacional.
El documento, presentado como una hoja de ruta contra la crisis de drogas, llega en un momento crucial para países productores como Colombia, que enfrentará el proceso de certificación antinarcóticos en septiembre de este año.
Según la nueva política antidrogas, ocho carteles internacionales ya fueron designados como organizaciones terroristas, lo cual permite a Estados Unidos emplear herramientas legales y financieras más agresivas contra estas redes criminales.
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“La asombrosa pérdida de vidas causada por las drogas ilícitas subraya la gravedad del desafío, pero la Administración Trump ya ha tomado medidas cruciales para enfrentar esta crisis mediante una serie de órdenes ejecutivas que protegen nuestras fronteras, combaten a las organizaciones de narcotráfico y exigen reformas en los países de origen desde donde fluyen drogas ilícitas y precursores químicos hacia Estados Unidos”, se lee en el comunicado oficial.
Seis pilares de la estrategia antidrogas
El plan presentado se estructura en torno a seis prioridades fundamentales:
- Reducir las muertes por sobredosis, con un enfoque particular en el consumo de fentanilo.
- Proteger las cadenas globales de suministro para evitar su utilización por traficantes de drogas.
- Frenar el flujo de drogas en las fronteras estadounidenses mediante controles más estrictos.
- Prevenir el consumo, especialmente entre la población joven.
- Ampliar el acceso a tratamientos para la adicción, buscando ofrecer alternativas efectivas de rehabilitación.
- Incentivar la innovación en investigación y datos, para mejorar las estrategias de combate al narcotráfico.
Además, la estrategia contempla el uso de tecnología avanzada, como inteligencia artificial, para detectar e interceptar cargamentos de drogas, así como campañas educativas orientadas a concienciar sobre los riesgos del consumo.
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