DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
Por más que las personas estén cerca de los 90 años de edad, es difícil asimilar su partida al más allá. Primero fue Mario Vargas Llosa, exponente de la literatura hispanoamericana contemporánea, premio Nobel de Literatura. Sus cualidades y mi pesar los expresé en columna anterior. Después de este doloroso momento, nos llegó la noticia del fallecimiento del empresario Aníbal Roa Villamil, gestor junto a sus hermanos ya fallecidos, Rafael y Hernando, del gran emporio que revolucionó la industria del arroz en Colombia, hoy llamado ORF (Organización Roa Florhuila), una empresa iniciada en el Huila. Tuve la fortuna de visitar a Aníbal y a su esposa Clarita Solano, en su bello apartamento de Miami, con espectacular vista al mar. Fuimos con mi hija a entrevistarlos. Tomaron con mucha seriedad el reportaje, ambos muy elegantes, derrocharon amabilidad y respondieron las preguntas con propiedad y sencillez. Formaron un equipo invencible, con hijos que son guarda en la heredad. Sentido pésame a Clarita y a toda su familia, que deben estar pasando un momento muy triste. La tercera reciente pérdida fue el fallecimiento del Papa Francisco, quien hasta último momento clamó por la paz del mundo y bendijo a los fieles el Domingo de Ramos. Leonel Messi resumió en dos palabras su esencia: “Un Papa distinto, cercano”. La defensa del planeta, la situación de los inmigrantes y la construcción de la paz a través del diálogo fueron pilares de su papado. Cambió la estructura de la curia romana, transformando la cultura interna de la Iglesia, para pasar de un modelo excesivamente jerárquico a otro de inclusión. Simplificó la burocracia y mejoró las comunicaciones. Reformó el banco y la gestión de las finanzas vaticanas. Durante su pontificado, por primera vez hubo un cardenal procesado y condenado por delitos financieros. Reconoció la valía de las personas de la comunidad LGBTQ+, inició investigaciones en los casos de pedofilia y abrió oportunidades para las mujeres. Dio más poder a la comisión que investiga los casos de abuso sexual en la Iglesia. Tras el período de luto, los cardenales menores de 80 años se reunirán en Roma para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.Será cuando salga humo blanco y se escuche “Habemus Papam”.








