Sin confirmación oficial, todo indica que el Atlético Huila ya no jugará más en Neiva. El equipo, símbolo de la identidad futbolística del departamento, tendría decidido su traslado al municipio de Yumbo, en el Valle del Cauca, luego de que no prosperaran las gestiones locales para garantizarle un escenario deportivo adecuado. La medida se encuentra en evaluación, pero fuentes cercanas al club aseguran que el cambio de sede es inminente y que la decisión se comunicará oficialmente en los próximos días.
El hecho se produce a pocos días de que el club cumpla 35 años de fundación, un aniversario que, en lugar de celebrarse en casa, podría coincidir con el fin de una era en el fútbol huilense. Fundado el 29 de noviembre de 1990, el Atlético Huila ha representado durante más de tres décadas el espíritu deportivo del departamento, con logros que lo convirtieron en referente regional, entre ellos dos subcampeonatos del fútbol colombiano y el título continental de la Copa Libertadores Femenina en 2018.
Una historia ligada al Huila
Desde su creación, el Atlético Huila fue el principal embajador futbolístico de la región. Su participación constante en el torneo profesional, su papel formador de talentos que luego destacaron en ligas internacionales y su hinchada fiel le otorgaron un lugar destacado dentro del fútbol colombiano. Sin embargo, tras el descenso a la segunda división y una serie de dificultades estructurales, el club atraviesa hoy una de las crisis más profundas de su historia.
La posibilidad de que el equipo se radique fuera de Neiva ha generado preocupación entre aficionados y exjugadores. Para muchos, la salida del club representa una pérdida simbólica y deportiva de gran impacto, ya que por primera vez el Huila podría quedarse sin representante en el fútbol profesional.
Los problemas con el estadio Guillermo Plazas Alcid
El punto de quiebre para la institución fue la situación del estadio Guillermo Plazas Alcid, escenario histórico del conjunto opita. Desde hace varios años, el recinto se encuentra en remodelación, tras la tragedia ocurrida en 2016 durante las obras que causó la muerte de varios trabajadores. Las adecuaciones quedaron inconclusas, y las posteriores inspecciones técnicas confirmaron el deterioro estructural del escenario.
Recientes informes señalan que el estadio presenta alto riesgo de colapso en algunas de sus tribunas, lo que llevó a la Dimayor a prohibir la realización de partidos con público. La falta de condiciones adecuadas obligó al Huila a disputar sus compromisos a puerta cerrada, lo que afectó sus ingresos económicos y alejó aún más a la afición.
En agosto de 2025, la Dimayor ratificó su decisión tras revisar el Acta de Contrato Interadministrativo No. 1668-2024, donde se determinó que las deficiencias de seguridad persistían. Desde entonces, el estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, se convirtió en su casa.
Las gestiones que no llegaron a buen puerto
Tanto la Alcaldía de Neiva como la Gobernación del Huila han intentado gestionar la recuperación del Plazas Alcid, pero el avance ha sido mínimo. El convenio entre ambas entidades para demoler y reconstruir la tribuna occidental fue firmado recientemente, pero su ejecución podría tardar varios años. Las obras, según lo proyectado, iniciarían en 2026 y se extenderían hasta 2027, lo que significa que el estadio no estaría disponible en el corto plazo.
Esa demora es una de las principales razones que habrían llevado a los propietarios del club a evaluar el traslado. Fuentes cercanas a la institución aseguran que los directivos consideran insostenible mantener un proyecto profesional sin escenario propio, sin taquilla y con escaso acompañamiento institucional.
Los nuevos dueños y el cambio de rumbo
El panorama cambió en 2023, cuando el Grupo Independiente, conglomerado internacional con sede en Ecuador, adquirió el 97,203 % de las acciones del Atlético Huila. Con la compra, el club pasó a formar parte de una red futbolística que incluye al Independiente del Valle, Independiente Juniors, Dragonas del Valle y al Numancia de España.
En su presentación oficial, el grupo ecuatoriano anunció que implementaría el “método Independiente”, un modelo enfocado en la formación de talento de alto rendimiento y la sostenibilidad deportiva. El objetivo era convertir al Huila en un referente regional mediante procesos de largo plazo.
Sin embargo, las condiciones en Neiva dificultaron la aplicación del plan. La falta de infraestructura, los costos operativos y la imposibilidad de desarrollar canteras locales llevaron al grupo a buscar alternativas fuera del departamento.
Michel Deller, el empresario detrás del proyecto
El principal accionista del grupo es el ecuatoriano Michel Deller, empresario de 63 años considerado uno de los dirigentes más influyentes del fútbol sudamericano. Deller es propietario de la cadena de centros comerciales Quicentro y San Luis, así como de la franquicia de KFC en Ecuador. Su experiencia en gestión deportiva ha sido destacada por el éxito de Independiente del Valle, club que bajo su dirección se consolidó como modelo de desarrollo y formador de talento en el continente.
Según versiones conocidas, Deller habría sostenido reuniones con representantes de varios clubes y autoridades del Valle del Cauca para medir la receptividad frente a una eventual mudanza del Atlético Huila. El objetivo sería garantizar un entorno logístico y deportivo que permita consolidar el proyecto bajo condiciones más favorables.
Un traslado en proceso de evaluación
Aunque aún no existe un anuncio oficial, la decisión estaría prácticamente tomada. Directivos del club habrían comunicado la situación al cuerpo técnico y a los jugadores, quienes recibieron la noticia con sorpresa.
Extraoficialmente se conoció que el estadio Municipal Raúl Miranda, en Yumbo, sería la sede temporal del equipo mientras se define su futuro administrativo.
El traslado implicaría que el conjunto profesional masculino dispute el Torneo de la B desde territorio vallecaucano, mientras el nombre, los colores y el escudo del Atlético Huila permanecerían en el departamento, a la espera de que algún grupo local retome la marca y la ficha deportiva.
Lo que significaría para el departamento
De concretarse el traslado, el Huila perdería a su único equipo profesional de fútbol, una institución que por más de tres décadas ha formado jugadores, movilizado a miles de aficionados y representado la identidad del departamento en torneos nacionales e internacionales.
El impacto deportivo sería inmediato, pero también el económico y social. Los partidos del club atraían actividad comercial en los alrededores del estadio y generaban oportunidades para cientos de personas vinculadas al sector deportivo. La salida del equipo dejaría un vacío difícil de llenar.
Autoridades locales han expresado su intención de mantener el proyecto en la región, aunque reconocen las dificultades logísticas y financieras. Sin un escenario adecuado, las opciones son limitadas y la decisión final depende del grupo propietario.
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Las dificultades acumuladas
A las limitaciones de infraestructura se suma la desconexión con la comunidad. Hinchas y periodistas han señalado que, desde la llegada del nuevo grupo, el club redujo su presencia pública, eliminó actividades de mercadeo y limitó los espacios de comunicación con la prensa. La falta de cercanía con la afición se ha traducido en desinterés y desconfianza.
Además, la imposibilidad de jugar con público redujo los ingresos por taquilla, lo que afectó el sostenimiento del equipo en la segunda división. La dirigencia sostiene que la reubicación permitiría reactivar los procesos deportivos y administrativos, aunque la medida deje al departamento sin representación en el fútbol profesional.
La incertidumbre sobre el futuro
Mientras se espera la confirmación oficial, el ambiente en Neiva es de desconcierto. En los alrededores del estadio y en redes sociales, los hinchas manifiestan tristeza y enojo. Algunos dirigentes deportivos proponen la creación de un nuevo club local, aunque ello requeriría la compra de una ficha en la Dimayor, algo poco probable a corto plazo dado el número limitado de cupos en el torneo profesional.
El traslado del Atlético Huila marcaría un hito en la historia reciente del fútbol colombiano. No solo por la desaparición temporal de una plaza tradicional, sino también por el traslado de un equipo que ha sido parte del patrimonio deportivo de su región.
El desenlace del proceso dependerá de la confirmación oficial del grupo propietario y de las decisiones que adopte la Dimayor frente al registro de sede y afiliación.
Reacción de la hinchada
El anuncio extraoficial del traslado ha despertado una fuerte reacción entre los seguidores del club. En redes sociales, las expresiones de descontento reflejan el vínculo emocional que los opitas mantienen con su equipo.
“Jugaron con el sentimiento más profundo que teníamos. Nos dejaron sin aire, sin alma y hoy, con el corazón destrozado, te decimos hasta nunca, Atlético Huila. Gracias a todos los lagartos que vendieron su sentimiento por monedas”, escribió el colectivo Bloke Palmas.
Otro aficionado comentó a través de redes sociales .“los ecuatorianos venían solo por una ficha profesional, por eso el Envigado, Pereira, Pasto y Bucaramanga no les quisieron vender el equipo. Acá sí se les abrieron de patas y la justificación para llevárselo fue el estadio”.
Comerciantes que viven del día del partido también mostraron su preocupación, “son varios años los que llevo vendiendo camisetas del Atlético Huila en las afueras del estadio; ese es el sustento de mi familia”.
La incertidumbre continúa. Por ahora, el Atlético Huila permanece a la espera de un pronunciamiento oficial que confirme o desmienta lo que, para muchos, ya parece una realidad, el fin de una era en Neiva y el inicio de una nueva etapa en el Valle del Cauca.
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