Diario del Huila

Tras 17 años de búsqueda, Cristian Andrés recibió una digna sepultura

Feb 17, 2025

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Tras años de angustia por saber dónde estaba su hijo, la familia de Cristian Andrés López Gómez pudo recibir su cuerpo, en una ceremonia de entrega digna. Su madre solo pide justicia, porque le arrebataron a su niño, pues tan solo tenía 16 años.

DIARIO DEL HUILA, NEIVA

Por: Leidy Catalina Durán Vásquez

Después de más de una década de angustiosa incertidumbre, una familia en el departamento del Huila finalmente ha cerrado el doloroso capítulo de la desaparición de uno de sus seres queridos. La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), ha facilitado el encuentro entre esta familia y los restos de un joven que fue reclutado a la temprana edad de 16 años, y de quien nunca más volvieron a ver con vida.

La ceremonia de entrega digna y la posterior inhumación de los restos del joven reclutado se llevaron a cabo gracias al esfuerzo de las instituciones que integran el Sistema Integral para la Paz. La JEP y en colaboración con el Instituto Nacional de Medicina Legal para identificar de manera certera a la víctima.

Su nombre es el primero de las 32 víctimas de desaparición forzada documentadas por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) en Huila en el contexto de los denominados ‘falsos positivos’ Caso 03, crímenes en los que civiles fueron asesinados y presentados ilegalmente como bajas en combate por miembros de la fuerza pública.

Este encuentro se dio en la parroquia La Medalla Milagrosa de Neiva, la Jurisdicción Especial para la Paz le entregó a la familia López Gómez el cuerpo de Cristian Andrés, quien fue asesinado a finales de junio de 2008 por corruptos integrantes del Batallón de Infantería N° 27 Magdalena de Pitalito, Huila.

“Yo ya los perdoné. Yo ya no siento odio ni rencor por ellos” (o los asesinos de su hijo), dijo Amelia Gómez, madre de Cristian Andrés, en medio de algunas lágrimas.

La ceremonia estuvieron presentes familiares, amigos y conocidos del joven que hace 17 años fue separado a la fuerza de su familia.

Su caso hace parte del expediente que llevó a la imputación de crímenes de guerra y de lesa humanidad a 36 comparecientes del Ejército, acusados de 200 asesinatos y ocho tentativas de homicidio cometidos entre 2005 y 2008 en Huila. La Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP consolidó la evidencia y, luego de seis meses de investigación tras la Audiencia de Reconocimiento de Verdad del Subcaso Huila, logró identificar a Cristian Andrés, quien hasta entonces permanecía en la lista de NN.

“En mi corazón solo hay tristeza de ver que le quitaron la vida a un joven”, agregó Amelia Gómez, nacida hace 63 años en la localidad huilense de San Agustín y madre de 12 hijos.

La ceremonia estuvieron presentes familiares, amigos y conocidos del joven que hace 17 años fue separado a la fuerza de su familia.

En noviembre de 2024, el Instituto de Medicina Legal estableció que unos restos óseos que estaban en su poder en la sede de Bogotá correspondían a Cristian Andrés López.

Seis militares, hoy en retiro, aceptaron su responsabilidad en el asesinato de López Gómez. Otros dos altos oficiales están siendo procesados por la Unidad de Investigación y Acusación toda vez que se mostraron ajenos a las ejecuciones extrajudiciales o ‘falsos positivos’ perpetrados en el Huila, entre ellos el de López Gómez.

Amelia Gómez, madre de Cristian Andrés.

Historia

El de Cristian Andrés López Gómez es un caso de esos que el cielo no perdona. Él fue retenido por las fuerzas del orden el 28 de junio de 2008. Su cadáver y el de otro muchacho aparecieron en el municipio de Suaza.

Ese día, López Gómez se levantó más temprano que de costumbre. Su madre, Amelia Rojas, recuerda que su hijo salió de la casa antes de las seis de la mañana. Él tenía en mente ir hasta la Plaza Cívica y dejar a punto el puesto de ventas de sus padres.

De ahí en adelante hay algunas cosas poco claras hasta ahora. De lo que sí hay certeza de ese día aciago es del dolor y el desespero de una madre.

En efecto, una vecina le avisó a Amelia Gómez que a Cristian Andrés se lo habían llevado unos uniformados de la Plaza Cívica. “Se llevaron a su hijito en un furgón”, le dijo doña Carmen a Amelia Gómez.

Todo el día esperaron los López Gómez la llegada a casa de Cristian Andrés. Pero eso nunca sucedió. Entonces, sin suerte, denunciaron su desaparición. Pero el muchacho no regresó nunca.

Un dolor que 17 años después tiene paz

Jamás volvió a haber paz en la familia López Gómez. La mayoría de sus integrantes trataron de seguir adelante con sus vidas y muchos de ellos consiguieron sus parejas.

Amelia Gómez, en cambio, quedó con su vida destrozada y nunca perdió la esperanza de que Cristian Andrés regresara con vida a su casa.

“De ahí para acá todo cambió, ya no era lo mismo”, comentó Amelia Gómez, quien prácticamente les dijo adiós a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo.

“Nadie entiende lo que yo guardo en mi corazón y en mi mente. Eso solo lo sé yo y Dios del Cielo”, añadió Amelia Gómez, quien desde hace seis años vive con don Darío Acosta.

Tras años de angustia por saber dónde estaba su hijo, la familia de Cristian Andrés López Gómez pudo recibir su cuerpo.

“Cristian, era un muchacho tranquilo, buen mozo, bien presentado, lleno de vida, sano, buen hijo y muy apegado a mí. Él no quiso seguir estudiando. Se dedicó al trabajo. Y hoy les pido a las autoridades que se haga justicia porque él era un niño. Le quitaron la vida de una manera muy fea por el hecho de ser de una familia humilde, de una familia que para poder sobrevivir tiene que luchar y luchar”, expresó la mujer.

El caso de Cristian Andrés López Gómez evidencia un patrón sistemático de asesinatos y desapariciones forzadas en Huila, similar a lo documentado en Norte de Santander, la Costa Caribe, Antioquia y Casanare. La JEP ha identificado que muchas de las víctimas fueron atraídas bajo engaños o reclutadas con falsas promesas de trabajo para luego ser ejecutadas.

Actos solemnes  

La ceremonia de entrega digna en Neiva estuvo encabezada por el director de la Unidad de Investigación y Acusación, Giovanni Álvarez, y por el presidente de la JEP, Alejandro Ramelli.

En una sentida intervención, Álvarez dijo que “cada vez que estamos en un escenario como este el corazón de nosotros, seguramente, tiene sensaciones agridulces”.

Por un lado, explicó, hay un amargo “porque en todo momento recordamos lo que nos ha tocado vivir por el conflicto armado. Pero también hay una sensación dulce porque nos acerca fraternamente a aquellas personas que han sufrido con más rigor el conflicto armado”.

El fiscal de la JEP agregó que “hace 17 años el país perdió a un niño de 16. Un niño que tenía muchas expectativas con su vida. Cristian Andrés era muy querido por su mamá y por su familia. Él fue buscado sin cansancio por la señora Amelia y su familia”.

En su concepto, “cada vez que ocurre algo como esto no solo se le causa un daño a una persona y a una familia, sino a toda la sociedad, porque cuando ocurre un hecho como el de Cristian Andrés se desaparece el futuro del país”.

Entre tanto, el magistrado Ramelli enfatizó en que “hoy entregamos el cuerpo de Cristian Andrés, después de 17 años” de haber sido asesinado por militares “que reportaron falsamente (su muerte) como consecuencia de una confrontación armada (…) Se trató de un crimen horrible. Cuantas veces sea necesario repetiremos que Cristian no era un delincuente”.

Finalmente, Bertha, hermana de Cristian Andrés López, expresó que “la pérdida de un ser querido no se la deseo a nadie. Un niño no debería pasar nunca por esto. Cristian era un niño bueno, con sueños, con aspiraciones, con muchos ideales”.

“Quiero decirle a la gente que le hace daño a la sociedad que debe parar (…) Todos tenemos derecho a la vida digna”, concluyó.

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