Por: José Eliseo Baicué Peña
Neiva vive entre dos ríos. Y, sin embargo, enfrenta un problema de agua desde hace más de dos décadas.
Por eso, el problema no es de esta administración. No. La situación obedece a la carencia de voluntad política que ha dejado por fuera de las diferentes agendas públicas un proyecto hídrico que ofrezca el servicio de acueducto de gran calidad y suficiencia.
Al parecer, los esfuerzos han sido de buena intención, pero, paliativos, sencillos o de corto plazo.
Se quiere a Neiva como destino turístico. Algo sencillamente muy bueno para todos. ¡Qué bueno que así llegue a ser! Pero, con un buen servicio de acueducto.
Es preciso proyectar la ciudad. Es preciso tomar medidas y decisiones frente a ello. Es más, algunos candidatos, en sus campañas electorales, hacen promesas al respecto, tal vez, porque es un buen proyecto que puede captar votos; o tal vez, porque se ha vuelto un pretexto ideal y oportuno.
Claro, que hacer realidad esta idea requiere de un conjunto de actividades simultáneas y transversales, pensadas e implementadas por toda una ciudad. Es decir, un proyecto en donde cada uno haga su aporte.
El sector hotelero, el turístico, el cultural, el transportador, el de vías, el de gobierno, el logístico, el de comunicaciones, el de medios, el comercial, el de servicios, etc. Pero, es urgente, que se produzcan avances.
Ojalá, durante la temporada de lluvias que se avecina, según el Ideam, habrá invierno hasta diciembre, no se presenten cortes de agua en la ciudad. Ojalá, se tengan planes de contingencia al respecto.
Ojalá, los reservorios sean lo suficientemente eficientes para suplir el servicio que demanda la capital, que, entre otras cosas, crece alarmantemente.
Ojalá, también, los ciudadanos tomemos conciencia sobre el uso racional del agua. Aún se observan muchos casos de desinterés con este tipo de acciones.
Desperdicio en lavado de vehículos en casas y vías, uso desmedido en jardines y limpiezas varias, flujo descontrolado de agua en los hogares y en medidores, entre otros aspectos, contribuyen al mal manejo y pérdida del preciado líquido.
¡Que vengan los mejores tiempos para la ciudad que todos queremos!
