Nueva resolución será publicada el 5 de agosto y establecerá control previo, sin frenar los giros a clínicas y hospitales.
DIARIO DEL HUILA, SALUD
En respuesta a la polémica generada por la resolución original que ordenaba suspender temporalmente los giros directos desde la Adres hacia los prestadores de servicios de la red de la Nueva EPS, la Superintendencia Nacional de Salud anunció una modificación sustancial del documento. La entidad informó que la nueva versión de la resolución será publicada el próximo 5 de agosto, y ya no contendrá la orden de frenar pagos a las clínicas, hospitales y demás proveedores de salud que atienden a los usuarios de esta EPS intervenida.
El ajuste se da luego de que el contenido original provocara inquietud en distintos sectores del sistema de salud, especialmente entre los prestadores, quienes advirtieron sobre el riesgo de desfinanciamiento que implicaría una interrupción en el flujo de recursos. Ante la presión, la Supersalud decidió reformular el enfoque de la medida, eliminando la orden de suspensión y reemplazándola por un nuevo mecanismo de control previo para garantizar una mayor trazabilidad en el uso de los recursos públicos.
De la suspensión al control previo: ¿qué cambia?
El fragmento que generó controversia señalaba textualmente:
“Suspender temporalmente el giro directo programado por la Nueva EPS SA, a partir del día siguiente a la notificación de la presente resolución y hasta que el contralor designado certifique el cumplimiento de lo ordenado en los artículos primero y segundo del presente acto administrativo”.
Este aparte será sustituido por una instrucción más moderada: la Nueva EPS deberá abstenerse de postular nuevas facturas o cuentas por pagar hasta que el contralor designado —dentro del proceso de intervención vigente desde abril de 2024— certifique que se cumplen los requisitos establecidos. En otras palabras, los pagos no se detendrán, pero sí deberán pasar por un filtro adicional antes de ser tramitados por la Adres y llegar a los prestadores.
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Continúa el flujo de pagos durante agosto
La Superintendencia aclaró que los pagos durante el mes de agosto se mantendrán con normalidad, garantizando así la operación de los servicios y evitando traumatismos en la atención. El nuevo modelo de revisión comenzará a aplicarse desde el mes de septiembre, y se implementará progresivamente bajo la supervisión del contralor designado para el proceso de intervención.
“El propósito de la medida es proteger a los usuarios de la Nueva EPS, manteniendo pagos regulares a la red e incrementando los que correspondan para el mejoramiento de las carteras”, explicó el superintendente nacional de salud, Giovanny Rubiano García.
Según detalló el funcionario, la intención de la reforma no es afectar la liquidez de los prestadores ni poner en riesgo la continuidad de los servicios, sino reforzar los controles sobre el uso de los recursos públicos que maneja esta aseguradora, la más grande del país.
Se priorizará la red pública y prestadores territoriales
En el comunicado oficial, la Superintendencia también señaló que este nuevo modelo de vigilancia busca priorizar el flujo de recursos hacia la red pública hospitalaria, así como hacia los prestadores complementarios que operan en los territorios, muchos de los cuales enfrentan problemas estructurales de financiamiento y dependen en buena parte de los pagos de la Nueva EPS.
De esta manera, el nuevo esquema busca corregir irregularidades sin desestabilizar el ecosistema de prestación de servicios. La Supersalud aseguró que se trata de una medida preventiva y no sancionatoria, dirigida a mejorar la eficiencia del sistema sin comprometer la atención de los más de 10 millones de afiliados que tiene la EPS.
Contexto: intervención desde abril
Cabe recordar que la Nueva EPS fue intervenida por la Supersalud en abril de 2024, como parte de una serie de medidas de vigilancia reforzada en el sector salud. Desde entonces, la entidad ha estado bajo la figura de intervención administrativa, con un contralor designado que supervisa sus operaciones financieras y contractuales.
El anuncio original de suspender el giro directo fue interpretado por muchos como una profundización de la intervención, lo que generó preocupación en gremios médicos, hospitales públicos, clínicas privadas y autoridades locales, especialmente en regiones donde esta EPS concentra la mayoría de la cobertura.
La corrección del enfoque, que ahora evita el freno de pagos y opta por el control previo, ha sido interpretada como una respuesta institucional para garantizar la estabilidad del sistema, evitar el desfinanciamiento de la red prestadora y, sobre todo, proteger el acceso a la salud de los afiliados.
Con la publicación oficial del nuevo documento este 5 de agosto, se espera mayor claridad jurídica sobre los cambios implementados, así como lineamientos detallados sobre la forma en que funcionará el control previo de pagos a partir de septiembre. En todo caso, la Supersalud ha insistido en que la prioridad seguirá siendo garantizar la atención, proteger a los usuarios y asegurar que los recursos públicos fluyan con transparencia y eficiencia.
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