HAROLD SALAMANCA
La Conectatón SIIFA-IHCE 2025, celebrada la semana pasada en Bogotá, puso a prueba algo más que sistemas: validó la capacidad de Colombia para integrar información clínica y financiera en tiempo real, alineada con los estándares HL7, FHIR e IHE. Este ejercicio contó con el respaldo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo BID, la Organización Panamericana de la Salud OPS y el Banco Mundial, y es parte de la Ruta Panamericana de Salud Digital (PH4H). Más allá de cifras, representa nuestra oportunidad para incorporar en toda la arquitectura digital relacionada con la salud de los colombianos a una vigilancia epidemiológica fuerte y continua: la que desde siempre ha planteado la Fundación SalBo que se requiere para eliminar una enfermedad, en este caso el cáncer cervical.
El SIIFA (Sistema Integral de Información Financiera y Asistencial) mejora la trazabilidad de recursos, contratación, facturación, auditoría y pagos, mientras que la IHCE (Historia Clínica Electrónica Interoperable) garantiza que el resumen digital de atención esté disponible donde y cuando se requiere. Juntos, crean un ecosistema sólido, expresado en iniciativas regionales exitosas como Argentina, Brasil o Costa Rica, con sistemas interoperables que ya sirven a millones de personas.
Ahora imaginemos, en ese ecosistema, un Sistema Nacional de Vigilancia Integral para eliminar el cáncer cervical, como lo ha propuesto SalBo. ¿Qué ganamos? Datos en tiempo real de la vacunación contra el virus del papiloma humano VPH, seguimiento de metas de tamizaje con pruebas ADN VPH, oportunidad de los diagnósticos, tiempo de inicio de tratamientos y seguimiento clínico, ligados a un análisis continuo de brechas frente a objetivos internacionales. No es ciencia ficción: es imitación de modelos ya exitosos en países que alcanzaron el control de la enfermedad mediante vigilancia sistemática.
La convergencia entre la Conectatón y la visión de SalBo representa un hito: una salud verdaderamente conectada, pero sobre todo, una salud que salva vidas femeninas. Las alianzas globales lo demuestran: quienes integran vigilancia específica para enfermedades prevenibles (como el cáncer cervical) reducen mortalidad en más de un 70% en menos de 10 años.
Este es nuestro momento para avanzar con decisión. Además de bits o contratos, se trata también de alertas oportunas, atención a tiempo y mujeres con derechos. La tecnología ya es real. Falta que la política pública se adelante a la enfermedad, no a su consecuencia. Colombia y sus mujeres lo merecen. hsalamanca@fundacionsalbo – Líder en salud pública y defensor global del control del cáncer








