El sismo de magnitud 6.5 registrado la mañana de este domingo 8 de junio en Colombia estuvo muy cerca de ser clasificado como un terremoto. De acuerdo con los parámetros internacionales, los movimientos telúricos con magnitudes superiores a 6.0 ya se consideran fuertes, pero es a partir de 7.0 cuando un evento sísmico cruza la línea para ser técnicamente considerado un terremoto. El epicentro fue ubicado en Paratebueno, Cundinamarca, y su profundidad superficial intensificó la percepción del temblor en Bogotá, el Huila, y otras zonas del país. A pesar de su potencia, no se reportaron víctimas ni daños graves, lo que expertos atribuyen tanto a la profundidad como a la rápida respuesta de la ciudadanía.
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Un terremoto de gran magnitud puede generar colapsos estructurales, interrupciones en los servicios básicos, pérdidas humanas y desplazamientos. Aunque el sismo de hoy no alcanzó ese umbral crítico, sí fue lo suficientemente fuerte para recordar que Colombia, al encontrarse sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico y la zona de convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, está expuesta constantemente a este tipo de fenómenos naturales. Su cercanía con el rango sísmico de los terremotos hace que eventos como el de este domingo sean una advertencia seria sobre la importancia de la preparación ante emergencias.
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Minutos después del sismo principal, hacia las 8:20 a.m., se presentó una réplica de magnitud 4.05, también con epicentro en Paratebueno. Aunque fue de menor intensidad, reafirmó la necesidad de mantener la vigilancia y reforzar las medidas de autoprotección. Las réplicas pueden ser impredecibles y, aunque usualmente más débiles, pueden causar daños si las estructuras ya se encuentran debilitadas o si hay personas expuestas a riesgos.
Ante estos escenarios, las autoridades recomiendan tener a mano un kit de emergencia con agua, alimentos no perecederos, linterna, radio, botiquín y documentos importantes. Durante un sismo, se debe conservar la calma, ubicarse en zonas seguras como columnas estructurales o bajo mesas firmes, y no usar ascensores. Después del evento, es fundamental revisar posibles fugas de gas o daños estructurales antes de reingresar a las viviendas. El sismo de hoy fue una clara advertencia de lo que podría ocurrir si uno de estos eventos supera el umbral de magnitud y se convierte en una emergencia mayor.
