Diario del Huila

¿Qué pasa con nuestro idioma?

Nov 8, 2025

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Por: José Eliseo Baicué Peña

Hace algo más de un año que vengo escuchando una serie de palabras y expresiones inglesas que suenan muy mal conjugadas con el idioma español, pues, no solo sorprenden, sino que dejan la sensación de que estamos fuera de contexto.

Y, no porque no sepamos el significado de los anglicismos, sino porque la mezcla tan atrevida de las palabras es un insulto a la pulcritud del español.  

Ya no tenemos un trabajo, sino que tenemos un job; ya no tenemos un amor platónico sino un crush; ya no tenemos un entrenador, sino un coach; ya no tenemos una imagen o marca, sino que tenemos branding; ya no estamos tristes, ahora tenemos un mood; ya no comemos ponqué, sino que pedimos muffin; ya no enviamos frases lindas o poemas, sino que enviamos un reel; ya no tenemos un promotor o representante, sino que tenemos manager; ahora no vamos de compras, sino de shopping; ahora tenemos un profesor cool, en lugar de un maestro inspirador, y así muchos otros anglicismos siguen siendo usados cada vez más en nuestro idioma.

Entiendo que es una situación cultural, una cuestión de uso masivo, de uso cotidiano que se va volviendo casi natural en nuestra jerga.

Hay que decir, también, que esa fusión paulatina se va produciendo por efectos del entorno, la familia, la academia, las redes sociales y los medios de comunicación, entre otros aspectos. Es una influencia constante e intensa que poco a poco, podríamos decir, se va generando dentro de un proceso de enculturación, tal como lo sostenía la antropóloga Margaret Mead.

Ahora bien, está claro que esta transición idiomática puede traer fatales consecuencias para el idioma que las adopta. Por ejemplo, puede llegar a producirse pérdida de algunos términos o frases, disminución del vocabulario original, dificultad de comprensión de algunas expresiones y tergiversación de los acentos y entonaciones de la lenga materna.

Según algunos lingüistas y psicólogos, el uso de estos vocablos ingleses también se hace para parecer más moderno e intelectual. Tal vez, se busca suplir un vacío de protagonismo social que a toda costa quiere lucirse con este uso y abuso del idioma extranjero dentro de nuestra lengua.  

Por eso, tal vez, ya no enviamos un correo, sino un email; el proyecto ya no está en auge, sino que está en boom; ahora no presentamos una audición o prueba, sino que vamos a un casting; ya no comemos emparedado, sino que consumimos un sándwich; quizás por todo esto, ya no tenemos un espectáculo, sino que asistimos a un show.   

¿Qué hacer? Realmente, es preocupante esta situación. Sugiero, que nos esforcemos por no incluir estos anglicismos en el español. Déjelos para cuando hable solamente inglés.

Hagamos un esfuerzo. Sí, se puede. Valoremos más nuestro hermoso idioma.   

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