Por: Oscar Eduardo Trujillo Cuenca
En el corazón del Huila, entre montañas cargadas de historia y aroma a café recién tostado, celebramos un hito que va más allá de un aniversario, los 74 años de Silvania – Gigante, una tierra donde el café no solo se cultiva, sino que se honra.
Con la entrega del Monumento al Café, símbolo de identidad, trabajo y orgullo campesino, se reafirma un sueño compartido, la consolidación de la Ruta Mágica del Café, un circuito agroturístico que conecta a Gigante, Tres Esquinas, Silvania, La Vega, Zuluaga y Garzón; este no es solo un recorrido físico, es una ruta de oportunidades, de historias vivas, de emprendimientos rurales y de tejido social.
He tenido el privilegio de aportar, con decisión y compromiso, a la gestación y fortalecimiento de esta iniciativa. Desde el primer momento creímos, como equipo, como región, que era posible llevar desarrollo económico y turístico a nuestros municipios a través de una propuesta que resalta lo mejor de nosotros; el trabajo de nuestros caficultores, la calidez de nuestras comunidades, la riqueza de nuestros paisajes y la autenticidad de nuestra cultura.
La Ruta Mágica del Café no es un invento de escritorio, es fruto del diálogo con la gente, del recorrido por los caminos rurales, de escuchar a los productores, de ver a los jóvenes sumarse a proyectos de turismo rural, y de conectar saberes ancestrales con nuevas tendencias del mercado. Es un ejemplo de cómo el turismo bien concebido puede ser un catalizador de inclusión, empleo digno y crecimiento sostenible.
Silvania, en su aniversario, no solo celebra años, celebra que está en el mapa del agroturismo, que su nombre cada vez suena con mayor fuerza entre los amantes del buen café, que sus niños crecen viendo llegar visitantes y oportunidades. Y eso, créanme, no tiene precio.
Hoy más que nunca, el reto es seguir avanzando, que esta ruta se consolide con infraestructura adecuada, señalización, formación para los actores locales, promoción nacional e internacional, y, sobre todo, con una narrativa poderosa que nos una como región.
La Ruta Mágica del Café es presente y futuro, es una apuesta decidida por el desarrollo desde el territorio, con identidad, con sentido, con raíces.
Que el aroma del café nos siga guiando.








