Después de mantener bloqueada la ruta al sur por nueve días por la protesta de los arroceros, la cual fue levantada el martes anterior, luego de los acuerdos firmados con el gobierno nacional, la minga indígena que estuvo acompañando a los manifestantes, tomó la decisión de bloquear nuevamente esta importante vía que mantuvo cerrada por los factores de orden público ya comentados en los editoriales anterior. Inclusive, desde hace 7 días se tomaron las instalaciones del peaje de los Cauchos, impidiéndole al personal que cobrar los peajes, cumplir con esta tarea. La sociedad huilense no merece este tratamiento de los resguardos que viven en el territorio huilense, quien los ha acogido fraternamente y que han gozado de todos los beneficios que les han brindado las instituciones del Estado en esta región. Todos sabemos el impacto negativo que reciben las familias huilenses y de los departamentos que componen el surcolombiano. Igualmente se rechaza la forma como quemaron la caseta del peaje del Hobo y dañaron alguna maquinaria que está siendo utilizada para el arreglo de la vía por parte de la Concesión Ruta 45. Tienen paralizadas las obras en los lugares donde se adelantan dichas obras.
Recordemos que hace tres días, quemaron y destruyeron las obras de esta caseta de peaje, adonde arribaron cerca de 100 integrantes de los resguardos del departamento, que se encuentran acantonados en campamentos ubicados cerca del peaje los Cauchos, lo cual generaron repudio por parte de la opinión pública. Infortunadamente estos pactos contractuales establecidos entre el gobierno nacional y la Concesionaria de la Ruta 45, quienes están actualmente llevando a cabo dichas obras. Todos somos testigos de la ejecución de éstas, los cuales están cumpliendo los cronogramas previamente establecidos. Si el gobierno no asigna los recursos para tal efecto, toca acudir a estas alianzas públicas privadas, para desarrollar grandes inversiones en infraestructura, que conduzcan a mejorar el bienestar de las familias colombianas.
Esperamos que esta organización social no tome la decisión de quemar y destruir el peaje de los cauchos, ante la impotencia de ejercer control y vigilancia por parte de las autoridades para frenar estos desbordamientos terroristas que buscan generar caos y desorden para impedir la construcción de las obras de la Ruta 45. No se pueden alterar los cronogramas establecidos para terminarlas. Este es el sueño de todos los huilenses, ver terminada esta majestuosa de infraestructura que va a mejorar el bienestar de las familias y que contribuirá a fortalecer la dinámica productiva. De esta región. Lo afirmábamos en otras ediciones de esta casa editorial, que el gobierno nacional no debe seguir financiando con recursos del Estado estas movilizaciones sociales, cuyos lideres utilizan carros blindados para cargar la gasolina y las armas no convencionales para destruir y atentar contra las instalaciones de estos peajes y quemar la maquinaria de la empresa contratista.







