Por: Luis Alfonso Albarracín Palomino
Son dantescos los dramas humanos que están presentando los pacientes que acuden a las EPS y a los centros hospitalarios, quienes no encuentran los adecuados servicios de la prestación de éstos, que conduzcan a satisfacer sus demandas para mejorar su bienestar en su salud. Son reiteradas las quejas de los pacientes que acuden a dichas instituciones para que les autoricen una atención médica adecuada, para que las enfermedades que les aquejan sean atendidas con eficiencia y eficacia por el personal médico. Inclusive si se requieren tratamientos quirúrgicos y el suministro de medicamentos, que actualmente están generando grandes frustraciones a los enfermos, porque les son negadas sus peticiones. Aquí empieza el verdadero viacrucis, porque la negligencia administrativa de estas dependencias se ha vuelto paisaje, ante las deficiencias que se presentan. El sistema de salud se encuentra asfixiado, con deudas tan grandes e intervenido; necesita recursos.
La Contraloría General de la República presentó el informe financiero con corte a 31 de diciembre de 2024 acerca de las operaciones de las Entidades Promotoras de Salud, EPS. En él, se reflejan una profunda crisis estructural que compromete la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud, en los próximos meses. Entre los aspectos más importantes se menciona la deuda de las EPS que asciende a $32,9 billones, lo que evidencia una insostenibilidad financiera.La Contraloría también informó que 16 EPS presentan problemas de liquidez, limitando su capacidad de responder a sus obligaciones inmediatas. Los medios de comunicación han difundido En el informe se puede leer que, de las 29 EPS activas, únicamente seis cumplen con los tres indicadores de habilitación financiera (capital mínimo, patrimonio adecuado e inversión en reservas técnicas), pero tienen apenas cubrimiento de 10,92% de los afiliados. La población restante están en EPS que incumplen uno o más de estos requisitos.
Lo anterior es muy grave para las familias colombianas. Por donde se le mire, hay una crisis de la salud sin solución a la vista. Es momento de sentarse a dialogar. El sistema necesita un salvavidas, así sea transitorio. Infortunadamente la crisis de las finanzas públicas nacionales ha permeado también las transferencias al sistema nacional de salud. Ésto ha provocado un incremento de los niveles de violencia en las interminables colas que hacen los pacientes para reclamar sus medicamentos, que por cierto no se los entregan todos, producto de la escasez de éstos en el país. Hasta el gremio de los maestros, están amenazando con salir a protestar en las calles, por las fallas en el sistema, el cual se encuentra administrado por el ejecutivo. Considero que no debemos culpar a los demás sectores de la sociedad. Hay que coger el toro por los cuernos. La crisis en salud exige más diálogo y menos señalamientos. Es indispensable que el gobierno nacional, gire los recursos adeudados que conduzcan a mejorar las condiciones financieras a las EPS y de los centros hospitalarios.








