El próximo 7 de junio la diócesis y la sociedad huilense celebran los 25 años del Seminario Mayor de San Esteban, donde se forman los futuros sacerdotes de la diócesis de Neiva. Actualmente el seminario cuenta con 25 hombres formándose en líderes de fe.
DIARIO DEL HUILA, ESPECIALES
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
El corazón de la diócesis de Neiva está de fiesta. El seminario mayor de San Esteban, ubicado en la vereda Alto Pedregal, del municipio de Rivera, a 1.200 metros del casco urbano, cumple 25 años de historia y formación sacerdotal.
Desde los tiempos del primero obispo de Neiva, Monseñor Rafael Sarmiento Peralta, empezó a ventilar la creación del seminario diocesano. En este periodo sólo se alcanzó a tratar el tema del consejo presbiteral y a escuchar algunos ofrecimientos para la sede del seminario, tales como San Antonio de Anaconia, Neiva, cerca al colegio Yumaná, La Ulloa en Rivera, en Yaguará y Rivera. Como resultado de la misión de reconciliación realizada en la ciudad de Neiva, en el año 1992 se vio la urgencia de prestar máxima importancia a la pastoral vocacional, con miras al aumento del número de presbíteros que atendieran la necesidad evangelizadora.
Tras el crecimiento demográfico de la diócesis y los continuos retos que ello atrae, es así como se impulsó la creación del seminario diocesano. Con motivo de los 25 años de la diócesis de Neiva y del segundo plan diocesano de pastoral en 1997 al 2002, se promueve la pronta creación del seminario diocesano. El 5 de diciembre de 1997, monseñor Hernando Rojas Ramírez, obispo de la diócesis, firma el decreto 150 en el que nombra la comisión diocesana encargada de diseñar, organizar y realizar en la práctica el seminario, comenzando con el año de propedéutico y la pastoral vocacional.
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En ese sentido, por decreto número 162 del 26 de diciembre de 1998, monseñor Hernando Rojas Ramírez nombra como rector del preseminario diocesano San Esteban, al presbítero Rubén Darío Castro Silva. El 31 de enero de 1999, la obra del seminario comenzó a ser realidad, cuando el preseminario San Esteban abrió sus puertas a siete jóvenes para cursar el año de propedéutico. Después un año de labores y teniendo en cuenta la necesidad de continuar el proceso formativo, el señor obispo monseñor Hernando Rojas Ramírez crea el seminario mayor San Esteban, bajo decreto 191 del 20 de enero del 2000 y nombra como rector del seminario diocesano al señor presbítero Rubén Darío Castro Silva.
Avances y consolidación
“Con la llegada de monseñor Darío Molina Jaramillo, el 17 de marzo del 2001, se da inicio a una nueva época del seminario, comenzando con la consolidación del proyecto de construcción y su primer impulso el 26 de diciembre del 2003, cuando tuvo lugar la bendición de la primera piedra. Con el ánimo de dar a conocer y conseguir algunos recursos económicos, se presentó el proyecto de construcción a la comunidad diocesana el 13 de mayo del 2004, en el centro de convenciones José Eustacio Rivera de Neiva. El 4 de octubre del 2005, el señor obispo, acompañado de su presbiterio, bendice el inicio de las obras de construcción, comprendida por los módulos de servicios, administración, biblioteca, aulas y 44 habitaciones”, contó Daniel Felipe Ruiz Rugeles, Seminarista.
El 22 de junio del 2006, se inicia la construcción correspondiente a la edificación de la capilla. Posteriormente, mediante una procesión presidida por monseñor Darío Molina Jaramillo, acompañado por el rector, los formadores del seminario, el vicario general, el párroco de Rivera, se llevó a cabo el traslado de las nuevas instalaciones.
Con el objetivo de dar a conocer el proyecto y conseguir apoyo financiero, se presentó oficialmente ante la comunidad diocesana el 13 de mayo del 2004, en el centro de convenciones José Eustasio Rivera de Neiva. El 4 de octubre del 2005, el obispo, junto con su presbiterio, bendijo el inicio de las obras, que comprendieron los módulos de servicios, administración, biblioteca, aulas y 44 habitaciones.
Para el año 2007, el seminario cuenta con todos los grados de ciclo de formación sacerdotal. El 26 de marzo del 2007, se continuó la construcción correspondiente a 11 habitaciones del módulo de un piso, destinado para el curso de propedéutico. En el año 2008 se iniciaron las actividades del seminario con cinco seminaristas en experiencia pastoral, dos seminaristas en el Seminario Nacional de Cristo Sacerdote en la Ceja Antioquia y 32 seminaristas internos.
Formación integral
Actualmente se encuentra como rector el presbítero Juan Carlos Liévano y cuenta el seminario con 25 seminaristas. En la actualidad son 40 los sacerdotes egresados de este seminario. Y el próximo 7 de junio la diócesis y la sociedad huilense se alegran por los 25 años del seminario mayor de San Esteban, donde se forman los futuros sacerdotes de la diócesis de Neiva.
“Para nuestra diócesis es una gran alegría celebrar 25 años de fidelidad y compromiso. También significa la constancia con la formación de sacerdotes, una labor que requiere una visión pastoral y recursos y fe. También significa esa formación de líderes espirituales y en este año del jubileo de la esperanza, pues es una esperanza vocacional en cual nuestro seminario siga activo y con un número de 25 seminaristas”, indicó el seminarista.
Añadió concluyó diciendo la importancia que tiene este lugar para los huilenses, quienes cuenta con un lugar propio para formarse como líderes y vocación de fe.
“Para la sociedad huilense, para la sociedad neivana de Rivera y de sus alrededores, es un aporte ético y moral. Todos los que se forman influyen en la promoción de valores humanos y éticos, no sólo pues dentro de la iglesia, sino también en la sociedad en general. La presencia de Cristo en medio de las comunidades, en medio de los lugares donde muchas veces ni siquiera la presencia del Estado llega o está, el sacerdote es allí enviado para que él sea faro de luz para cada una de las comunidades, eso significa una educación, cultura, testimonio de fe y de servicio, porque el que no nace para servir, no sirve para vivir”, explicó Ruiz Rugeles.
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Un legado para la región
El seminarista destacó además la importancia que este lugar tiene para la sociedad huilense. “Este seminario representa un espacio propio para formar líderes espirituales. Es un aporte ético y moral, no solo para la Iglesia, sino para toda la sociedad. Los sacerdotes que aquí se forman llevan la presencia de Cristo a las comunidades más alejadas, muchas veces donde ni siquiera llega el Estado. Son faros de luz que promueven la educación, la cultura, los valores humanos y el testimonio de fe y servicio. Porque, como decimos aquí, quien no nace para servir, no sirve para vivir”.
En este cuarto de siglo, el Seminario Mayor de San Esteban ha logrado consolidar una comunidad de fe y fraternidad que trasciende las aulas. Sus egresados no solo se desempeñan en parroquias y misiones locales, sino que también han extendido su labor pastoral a otros departamentos y países, llevando el mensaje de esperanza y reconciliación a distintos rincones del mundo.
Sin embargo, el seminario enfrenta nuevos retos para continuar su misión en tiempos actuales. La modernidad, los cambios culturales y sociales exigen una formación sacerdotal que sea innovadora, integral y cercana a las realidades de la gente. Por ello, la institución trabaja constantemente en actualizar sus métodos formativos, fortalecer la pastoral juvenil y promover una mayor inclusión, sin perder la esencia espiritual y doctrinal que la ha caracterizado durante estos 25 años.
