DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
En esta hora de inmenso dolor, la gente buena está con ustedes, Familia Turbay. Los buenos somos más y apoyamos a quienes construyen patria y NO a los destructores que se han tomado a nuestro país. Con inmensa tristeza, aceptamos hoy la voluntad de Dios, pidiéndole que el fallecimiento de Miguel Uribe Turbay, no sea en vano y mueva a nuestra gente a reaccionar para rescatar los valores que se están perdiendo. La historia se repite. Miguel tenía cinco años cuando fue asesinada su madre Diana Turbay, los mismos que cumplió Alejandro Uribe, hijo del candidato presidencial y su valiente esposa Claudia Tarazona. Nadie imaginó que ese dolor tan grande que sufrió la familia con el asesinato de Diana Turbay, pudiera repetirse 34 años después. El libro de la periodista Azucena Liévano, quien padeció el secuestro junto a su jefe y amiga, relata los últimos días que vivió Diana Turbay a su lado, mientras estuvo encerrada contra su voluntad por orden de Pablo Escobar. Allí se puede apreciar la dimensión de la tragedia y conocer los duros momentos que vivió Diana, quien en su encierro siempre estaba pensando en sus hijos Carolina y Miguel. En el caso de Miguel Uribe Turbay su familia sufrió el embate de la tragedia de manera muy dolorosa, esperando minuto a minuto la evolución en su salud. Sobrevivió por dos meses y tres días, pero finalmente Miguel no pudo resistir. Con el alma destrozada y preocupados por el futuro de nuestro país, reiteramos que rechazamos con vehemencia el crimen atroz del que fue víctima Miguel y reprochamos las frases destempladas de algunos de sus opositores, gente mala y sin alma. Miguel al igual que su madre, no pudieron volver a abrazar a su familia. Nos ilusionamos cuando él fue llevado en una ambulancia equipada y con paramédicos, que milagrosamente pasaba por el lugar del atentado. También nos dio esperanza su atención posterior, en las mejores manos. La Familia Turbay llora, pero resulta admirable la fortaleza y fe en Dios que los ha caracterizado en este trance. Doloroso que nuestro país haya regresado a la época aciaga de violencia cuando asesinaron a varios candidatos presidenciales. Hoy fue Miguel. Dios quiera que Colombia reaccione con sensatez y la historia nunca más se repita.








