La improvisación gubernamental y su obstinación para imponer un nuevo sistema de salud en el país,
sin tener en cuenta a los demás sectores expertos que durante décadas han venido construyendo este
modelo, que por los menos les ha garantizado una prestación del servicio, aunque no óptima, a la
sociedad colombiana. Somos conscientes que hay necesidad de cerrarle el broche a las EPS corruptas
que se han venido lucrando a base de la prestación de sus servicios y que han faltado controles
para corregir todas las falencias que posee el sector. En ese sentido respaldamos la iniciativa del presidente Gustavo Petro Urrego, para implementar un nuevo modelo de salud para las familias colombianas. Desafortunadamente el sesgo ideológico, la forma dictatorial y revanchista de imponer su pensamiento, lo ha llevado a cometer grandes errores y por consiguiente, está contribuyendo a aumentar la crisis en la prestación de los servicios médicos y en el suministro de los medicamentos. Y como si fuera poco, intervenir a todas las EPS que han mostrado indicadores de desempeño óptimos, mediante el nombramiento de interventores sin experiencia, han dado con el traste administrativo y financiero a estas empresas.
Inclusive se han detectado casos de corrupción que están siendo investigados por los Organismos de Control. Pero la estocada mortal contra el Sistema Nacional de Salud la está propiciada el ejecutivo por no girarle a las EPS los dineros de las Unidades de Capitación por los usuarios afiliados, por los servicios de atención médica y de suministros de medicamentos ya prestados, tienen en jaque financiero a estas instituciones, clínicas y hospitales en el país. Son preocupantes las manifestaciones de inconformidad que se están generando en las principales del país. Tal es el caso, de lo acaecido ayer en Bogotá. Distintas asociaciones del sector salud y al menos 20 organizaciones de pacientes, se plantaron frente al Cementerio Central para protestar por la crisis del sistema de salud que cada día cobra más vidas. En medio de un acto simbólico, que se extendió durante toda la mañana, señalaron al unísono que no quieren seguir muriendo por la falta de servicios, atención y medicamentos.
La situación se intensifica en medio del debate que cursa en este momento en la Plenaria de la Cámara y que busca aprobar la reforma de la salud, una bandera del Gobierno nacional, que, en la opinión de varios expertos, tiene al sistema sumido en un estado de incertidumbre e inestabilidad. Durante el presente año, las barreras de acceso a servicios son cada día más graves y, prueba de ello, es que, en menos de 4 meses, las quejas y reclamos aumentaron un 42 %, según cifras del Observatorio “Así Vamos en Salud”. Y la crisis fiscal, profundiza este panorama. La salud de los colombianos se encuentra en cuidados intensivos.







