DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
El gobierno nacional no descansa en su afán de meterle mano al Sistema de Salud, para desestabilizarlo y poder justificar la Reforma a la Salud 2.0, en su segundo intento ante el Congreso con sutiles cambios en el articulado. Por fortuna no ha sido aprobada todavía. Este año es la última vigencia anual completa del presidente Petro. El año entrante serán solo algunos meses, debido a que el 7 de agosto de 2026 tendrá que entregar el cargo. Pasó ya la media del cuatrienio y sus “súbditos” empiezan a presionarlo, aún no ven la tierra prometida. No sé si deja la Casa de Nariño en esa fecha o seguirá a nombre propio, previa reforma constitucional, o en cuerpo ajeno. Con un balance pobre en ejecuciones, tendrá que apretar el acelerador. Destruir es muy fácil, lo difícil es construir. Con el cambio, que en salud denomina “transformación”, para darle otro aire, se armará un zaperoco en nuestro Sistema de Salud, el cual a pesar de algunas debilidades es uno de los mejores de Latinoamérica. Su proyecto “Por el cual se transforma el Sistema de Salud”, se empezó a “ambientar” el primer día hábil de este año, con la noticia del incremento de tan solo 5.36% en el valor de la UPC (Unidad de Pago por Capitación), para la vigencia 2025, muy por debajo de las expectativas. La Ley 100 de 1993 establece que el Sistema General de Seguridad Social en Salud debe reconocer y pagar a las EPS (Entidades Promotoras de Salud) la UPC por cada uno de sus afiliados, que se determina en función del perfil epidemiológico, riesgos cubiertos y costos del servicio. Para la vigencia 2024 el incremento en el Régimen Contributivo y en el Subsidiado, fue de 12,01%. Entendidos consideran que la decisión que opera para la vigencia 2025, pondrá en riesgo la vida de los pacientes. Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá, escribió en su cuenta de X: “El incremento que hizo Gustavo Petro de los recursos para la salud muy por debajo del incremento de los costos, y por debajo del incremento del salario mínimo decretado, es criminal. Miles de colombianos morirán por falta de atención. A Bogotá la revientan porque Capital Salud se termina de quebrar, no podrá pagarle a los hospitales distritales y la ciudad tendrá que cubrir buena parte de esto”. Preocupante.








