DESHOJANDO MARGARITAS
Por Margarita Suárez
Estoy feliz por la recuperación casi milagrosa de nuestro cuñado Luis Humberto Villarruel Losada, hombre bueno, gran miembro de familia y excelente profesional. Luisito, como le llamamos cariñosamente, estuvo hospitalizado con pronóstico muy grave. Aún se encuentra en la Clínica, pero ya en franca mejoría, fuera de peligro. Estuvo
tan mal que, a mi hermana, su adorada Nancy, como osa llamarla, con quien llevan casi 40 años juntos, le alcanzaron a decir que se preparara para lo peor. Lo afectaron varias cosas a la vez, infecciones, bacterias, virus, un coctel difícil de asimilar para cualquier paciente no importa la edad. Afortunadamente en la Clínica Medilaser encontraron la causa de ese enredo de síntomas que literalmente lo estaban destruyendo. Dios es grande y obró un milagro en él, a través de sus médicos y el personal tratante, excelentes profesionales y un buen servicio hospitalario que agradecemos de corazón. Luis Humberto estuvo tan delicado que necesitó intubación, oxígeno, alimentación por sonda, es decir severamente afectado. En nuestra familia rezamos todos juntos el milagroso rosario por la salud de nuestro cuñado, a través de la plataforma Meet de Google, debido a que todos estamos esparramados por el mundo. Empezando por su nieta Alejandra quien reside en los Estados Unidos con su esposo y su hijo. Luis es un gran ser humano plagado de cualidades, cuenta con el aprecio familiar y de sus amigos que lo quieren con sinceridad. Tiene el mérito de haberse hecho abogado y luego especializarse, a sus 50 años de edad. Siempre había querido ser profesional, pero era un sueño aplazado. Desde muy joven trabajó, empezó como vendedor puerta a puerta. Después fue empresario y luego incursionó en la política llegando a ser personero, secretario de gobierno y alcalde encargado de Neiva, diputado del Huila y representante a la Cámara. Las recientes décadas las ha dedicado a ejercer el derecho, en su propio bufete de abogado en el centro de Neiva. Excelente orador, lástima que ya no ejerce la política y por tanto no hace discursos. Escribe muy bien, por varios años fue editorialista de la revista Nueva Imagen, que yo dirigía. Qué dicha poder seguir disfrutando de su amistad, Dios quiera por mucho tiempo.
