El presidente de Fenalco, Jaime Cabal, anunció que el gremio no participará en la mesa de concertación del salario mínimo tras asegurar que el presidente Gustavo Petro ya decretó el aumento del 11% para 2026, lo que dejaría el sueldo básico en $1.580.085.
DIARIO DEL HUILA, ECONOMÍA
La discusión sobre el aumento del salario mínimo para 2026 arrancó en medio de fuertes tensiones entre el Gobierno y los gremios empresariales. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) confirmó que no hará parte de la mesa de concertación, instancia constitucional en la que Gobierno, empresarios y trabajadores definen cada año el ajuste del salario, al considerar que el presidente Gustavo Petro ya decidió el incremento y lo decretará sin consensos.
El anuncio lo hizo Jaime Cabal, presidente del gremio, quien cuestionó de manera directa la utilidad del diálogo tripartito. Según él, las declaraciones del jefe de Estado, en las que anticipó que el aumento será del 11%, dejan sin sentido la negociación.
“Si o si ya lo anunció Petro, entonces si o si ya lo dijo: el salario va a ser por decreto y va a ser del 11%. Entonces, ¿para qué mesa de concertación? ¿Cuál concertación?”, enfatizó Cabal.
De concretarse la decisión, el salario básico pasaría de $1.423.500 a $1.580.085, un incremento que, para el Gobierno, representaría un alivio para millones de trabajadores, pero que los empresarios consideran insostenible y riesgoso para la economía.
Críticas a la concertación y acusaciones de tinte político
El dirigente gremial acusó al Gobierno de instrumentalizar el salario mínimo como herramienta electoral, en lugar de definirlo bajo criterios técnicos. “Pienso que un tema tan delicado como el salario mínimo y siendo tan populista, lo va a utilizar como herramienta electoral para 2026”, señaló.
Para Cabal, la mesa de concertación pierde legitimidad si las decisiones se anuncian de antemano. En su criterio, la ausencia de un debate técnico y real mina la confianza del sector privado y convierte el proceso en una mera formalidad.
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Temor a impactos inflacionarios
En el terreno económico, Fenalco advirtió sobre los riesgos que, según el gremio, traerá un incremento decretado sin análisis profundo. Cabal recordó que el aumento del salario mínimo decretado el año anterior ya tuvo un efecto inflacionario: “Si a eso le vamos a agregar ese salario mínimo populista que seguramente es una medida irresponsable de cara a las elecciones, pues obviamente esto va a tener consecuencias inflacionarias”.
De acuerdo con sus argumentos, la inflación en Colombia —que cerró agosto en 5,1% anual tras dos meses al alza— refleja los efectos de los incrementos pasados y de la Reforma Laboral, que, a su juicio, también impacta de manera directa sobre las pequeñas y medianas empresas.
Señalamientos al Dane y al contexto laboral
Cabal también puso en duda la metodología del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) en la medición del empleo. Cuestionó la veracidad de las cifras oficiales y aseguró que no corresponden con la situación real de los colombianos. “¿Hasta qué punto la metodología que está trabajando el Dane es totalmente certera frente a la realidad que está viviendo el país?”, planteó.
En el Congreso Nacional de Comerciantes, programado en Medellín, el gremio presentará un análisis sobre los efectos de la Reforma Laboral en las pymes. Según Fenalco, el aumento del salario mínimo, sumado a los nuevos costos laborales, está debilitando la competitividad de las empresas y generando presiones adicionales sobre la inflación.
Más técnica, menos política
En su intervención, el presidente de Fenalco insistió en que las decisiones sobre el salario mínimo deben estar sustentadas en criterios técnicos, considerando factores como la productividad, la inflación y la capacidad real de las empresas. Cabal afirmó que, de no haberse decretado el aumento del 9,54% en 2025 y sin los efectos de la Reforma Laboral, la inflación se habría mantenido en niveles más bajos.
El debate sobre el salario mínimo de 2026 se anticipa como uno de los más tensos de los últimos años. Mientras el Gobierno insiste en un aumento del 11% para aliviar la situación de los trabajadores, los empresarios advierten sobre el costo económico y político de la medida. La ruptura de Fenalco con la mesa de concertación refleja el punto más álgido de la confrontación y plantea dudas sobre la capacidad de llegar a consensos en un escenario cada vez más polarizado.

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