El Kremlin reconoció este sábado que mantiene comunicación directa con el Gobierno de Nicolás Maduro, luego de que varios medios internacionales publicaran que el mandatario venezolano habría solicitado apoyo militar a Rusia, China e Irán. Los reportes surgen en medio de un aumento de la tensión en el Caribe y del refuerzo de la presencia militar de Estados Unidos en la zona.
“Estamos en contacto con nuestros amigos venezolanos”, declaró Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, citado por la agencia estatal rusa TASS. Aunque evitó confirmar de manera explícita la supuesta petición de Maduro, el funcionario recordó que ambos países mantienen “obligaciones contractuales” dentro de su acuerdo de cooperación estratégica, firmado durante la última visita del presidente venezolano a Moscú.
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Según Peskov, Rusia respalda a Venezuela “frente a las amenazas existentes y potenciales provenientes de Estados Unidos” y continuará fortaleciendo su cooperación en materia técnica y de defensa. Este respaldo se enmarca en una alianza que en los últimos años ha incluido el intercambio de armamento, ejercicios conjuntos y apoyo energético y financiero.
La información publicada por The Washington Post sugiere que Caracas habría pedido formalmente asistencia militar a Moscú, Pekín y Teherán, ante el temor de un posible incremento de las presiones militares de Washington.
EE. UU. refuerza su presencia en el Caribe
Paralelamente, el Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) advirtió que Estados Unidos estaría desplegando una fuerza naval sin precedentes en el Caribe, compuesta por ocho buques de guerra, tres embarcaciones anfibias y un submarino. Este movimiento, de confirmarse, sería el mayor desde la primera Guerra del Golfo, en 1990.

Fuentes citadas por The Miami Herald y The Wall Street Journal aseguran que el Pentágono se prepara para “responder a amenazas en la región” y, eventualmente, EE. UU. se prepararía para bombardeos en Venezuela, en caso de que se considere una amenaza directa a intereses estadounidenses.
Nicolás Maduro ha reiterado que “Venezuela quiere paz, no guerra”, y ha instado a la Casa Blanca a abandonar “planes de agresión”. En tanto, los analistas advierten que la combinación de maniobras militares y alianzas estratégicas podría escalar la tensión regional, abriendo un nuevo capítulo en la disputa geopolítica entre Washington, Moscú y Caracas.









