En medio de la más profunda crisis social y económica en que se encuentra sumida la sociedad colombiana, nace en nuestros corazones que debemos respaldar a todas las instituciones democráticas que en algunas regiones del país, están siendo amenazadas y presionadas por el accionar criminal de las organizaciones ilegales que tienen tomado el país en más del 30% del territorio nacional y que continúan avanzando con su accionar delincuencial, para seguir expandiendo sus tentáculos que están afectando el bienestar de las familias colombianas y al sector empresarial. Mientras tanto, el gobierno nacional, no se ha apropiado de manera frontal para contrarrestarlos, y mediante acciones tibias que no generan confianza en la población, se sigue generando un panorama de incertidumbre en medio de este caos que no encuentra una luz al final del túnel para rescatar la paz y la tranquilidad, que vivimos en otrora.
Por este motivo, a pesar del debilitamiento que han tenido los organismos de seguridad durante el presente gobierno nacional, no es óbice para que la sociedad respaldemos de manera unánime, todo el accionar de las Fuerzas Militares y de la Fuerza Pública, contra todas las expresiones delincuenciales. Es destacable el golpe contundente propinado por las Fuerzas Militares de Colombia, al frente “Hernando González Acosta” perteneciente al bloque central “Isaías Pardo”, que lidera el narcoterrorista “Iván Mordisco”, donde dieron de baja a dos mujeres insurgentes, recuperaron a seis que los tenían reclutados, y cuatro fueron capturados, es el reflejo de la entrega y de la inteligencia militar en conjunción con la colaboración de la ciudadanía, lo cual permitió desmantelar a esta estructura criminal, que tenían afectados a los residentes del área de influencia en el municipio de La Plata. Igualmente fue decomisada abundante material de intendencia y bélico que se encontraba en posesión de éstos.
El gobierno nacional, debe cambiar el paradigma que ha mantenido durante los primeros 27 meses que llevan en el poder. Recuerden que, con el sofisma de la búsqueda de la paz total, que ha sido un fracaso hasta la fecha y que será imposible obtenerla en lo que le resta de su mandato, obliga a replantear esta política, que está colocando en jaque a la estabilidad de las instituciones democráticas del país. No podemos entregarle el país a los violentos y a la criminalidad como está sucediendo actualmente. Mientras no exista autoridad, ni una decisión estatal para contrarrestar el accionar criminal, será imposible que encontremos la senda de crecimiento económico, así los áulicos del presidente de la República digan lo contrario. La misma ciudadanía ya está saliendo a manifestarse en las calles de los municipios. Es tal, el desespero en que se encuentran, que cada vez crece el inconformismo popular y que les pasará factura de cobro político, en las próximas elecciones.
