En la vereda Las Delicias, del municipio de Elías (Huila), la comunidad entregó de manera voluntaria a la Policía Nacional tres ejemplares de yaguarundí (Herpailurus yagouaroundi cacomitli), felinos silvestres que habían sido avistados en la zona rural.
Los animales fueron trasladados a la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), entidad que adelantará su valoración médica, cuidado y posterior liberación en un hábitat seguro.
El yaguarundí, también conocido como “gato moro” o “leoncillo”, es un felino de tamaño mediano que habita desde el sur de Texas hasta Argentina. Su cuerpo alargado, patas cortas y pelaje uniforme —que varía entre tonalidades grises, rojizas o marrones— lo distinguen de otros felinos neotropicales. A diferencia de especies como el jaguar o el puma, el yaguarundí es más diurno y suele desplazarse solo o en parejas.
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Un rasgo curioso de esta especie es la amplia gama de vocalizaciones que utiliza para comunicarse: se estima que puede emitir hasta 13 tipos diferentes de sonidos, lo que le ha valido el apodo de “gato que silba” en algunas comunidades rurales. Su dieta es variada, alimentándose de pequeños mamíferos, aves, reptiles e incluso frutas.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica al yaguarundí como especie de “Preocupación Menor”, aunque en varias regiones enfrenta amenazas por la pérdida de hábitat y la cacería.
La entrega voluntaria de estos tres ejemplares en el Huila representa un paso importante en la protección de la fauna silvestre y reafirma el compromiso de la comunidad y las autoridades ambientales con la conservación de la biodiversidad del territorio.
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