Ruber Bustos Ramírez.
En estas fechas de celebración, reflexionemos sobre lo que nos llena de orgullo como colombianos. Pensemos en el café, ese producto que no solo nos identifica, sino que nos une en cada sorbo. Mi invitación, como caficultor, es clara: regalemos café, apoyemos el consumo local y demos valor al esfuerzo de miles de familias que vivimos de este grano.
Las cifras recientes son motivo de optimismo. Según datos de la Federación Nacional de Cafeteros, el volumen de importaciones de café en el acumulado de 12 meses, comparando los años cafeteros 2023-2024 y 2024-2025, ha disminuido en un 65%. Este descenso abre un mundo de posibilidades para que los pequeños caficultores comercialicemos nuestro producto y para que más personas se enamoren de este tesoro que es el café colombiano.
Además, el consumo per cápita de café en el país alcanzó 2,8 kilogramos en 2023, un incremento del 4% frente al año anterior. Las cifras revelan que el 88% de los colombianos toma café al menos una vez por semana, con una preferencia marcada por el tostado y molido (72%) frente al soluble (28%). Regiones como el Eje Cafetero, con 4.5 kilogramos per cápita, y Bogotá, con 3.2 kilogramos, lideran el consumo, mostrando que cada vez más colombianos valoran el café de calidad, según datos de la firma Kantar.
Esta época es ideal para reflexionar no solo sobre lo que consumimos, sino también sobre cómo apoyamos a quienes lo producen. A los caficultores que han dado el paso de empacar y comercializar su café, los invito a continuar trabajando en la obtención de sellos como el registro INVIMA y el sello de calidad Café de Colombia. Estas certificaciones no solo garantizan excelencia, sino que generan confianza en los consumidores.
Por otro lado, a quienes disfrutan de este producto, los animo a valorar lo que hay detrás de cada taza. Comprar café de calidad, pagar un precio justo y disfrutarlo en compañía son gestos que hacen la diferencia.
El café no es solo una bebida; es un símbolo de esfuerzo, unión y tradición. En estas fechas, regalemos café, compartamos momentos y sigamos apoyando a los pequeños caficultores que trabajan con dedicación para ofrecernos lo mejor de nuestra tierra.
Con gratitud,
Un caficultor del corazón del Huila








