El proyecto no logró superar su último debate de primera vuelta en medio de ausencias y controversias.
A pesar del impulso inicial con el que arrancó la última sesión ordinaria de la plenaria del Senado, la reforma política, impulsada por el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, no logró su aprobación en el cuarto debate, quedando oficialmente hundida en su primera vuelta como acto legislativo.
El presidente del Senado, Efraín Cepeda, responsabilizó la falta de quórum y la ausencia de algunos congresistas que manifestaban apoyar la reforma pero no hicieron presencia en la sesión clave. La maratónica jornada, que inició a las 11:30 de la mañana, evidenció cómo el quórum se fue desgastando conforme avanzaba el debate.
“La reforma política, a quienes les gustaba, debían estar en la plenaria y no estaban. Esta reforma llegó tarde, primero querían obligar al Congreso a aprobar un presupuesto con una reforma tributaria nociva y ahora pretendían que acogiéramos el texto de la Cámara de Representantes. Yo no estaba de acuerdo y lo expresé, pero quienes defendían la iniciativa debían garantizar los votos. Yo estuve hasta el final votando, pero se agotó el quórum”, declaró Cepeda.
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Divisiones y falta de consenso
Desde la mitad de la jornada, el panorama era claro para el ponente del proyecto, el senador de la Alianza Verde, Ariel Ávila, quien admitió que el hundimiento era inminente debido a las diferencias entre defensores y detractores de la reforma.
“La única forma de que la reforma pasara era acoger el texto aprobado en Cámara, pero eso era difícil por dos puntos clave: las listas cerradas y bloqueadas, que a muchos no les gustan, y la adquisición progresiva de derechos. Esos dos fenómenos generaban mucho debate y hacían imposible su aprobación. Incluso si hubiera pasado hoy, en segunda ronda tampoco hubiera sobrevivido”, explicó Ávila.
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