La inauguración de la Cumbre Mundial de Líderes contra el Cáncer en Melbourne marca un momento decisivo para la salud global. Más de 400 líderes de 86 países nos reunimos para enfrentar un desafío común: avanzar hacia un control del cáncer más equitativo, humano y sostenible, en un mundo donde las brechas siguen determinando vidas y oportunidades.
Bajo el llamado “Cerrar las brechas, construir futuros”, la Unión Internacional para el Control del Cáncer (UICC) nos recuerda que, aunque los avances científicos han sido extraordinarios, la desigualdad en el acceso a medicamentos, diagnósticos y servicios sigue siendo una barrera crítica. Estas inequidades afectan especialmente a mujeres, poblaciones indígenas y comunidades rurales y de ingresos medios y bajos. Además de cifras son diagnósticos tardíos, tratamientos inaccesibles y pérdidas evitables.
La agenda de esta Cumbre va más allá de compartir conocimientos. Invita a rediseñar colectivamente la forma en que los países enfrentan el cáncer. Con seis plenarias, quince sesiones temáticas y noventa oradores, las discusiones abarcan desde los retos emergentes en cáncer de pulmón hasta innovaciones tecnológicas como la inteligencia artificial, pasando por temas profundos como la soberanía de los datos indígenas y la humanización del cuidado.
Un hito clave será el lanzamiento de la declaración mundial sobre el cáncer 2025–2035, un marco que orientará la acción global para la próxima década. Su estructura, objetivos globales, dominios para la acción nacional y principios de implementación constituye un llamado urgente a pasar del discurso a la acción transformadora.
La Fundación SalBo, como miembro de la UICC, comparte la convicción que cerrar brechas es la verdadera frontera del control del cáncer. La equidad no es un ideal abstracto, es un imperativo ético y estratégico. Significa que una mujer en una zona rural tenga acceso a tamizaje, que un niño pueda recibir tratamiento oportuno sin importar su contexto, y que la tecnología sea una herramienta al servicio de todos.
Uno de los mensajes más poderosos de esta Cumbre es que ningún actor puede enfrentar solo la complejidad del cáncer. Las alianzas multilaterales, técnicas y comunitarias son esenciales para garantizar que las innovaciones lleguen a quienes más las necesitan. Melbourne nos convoca a escuchar, aprender y comprometernos. La Fundación SalBo como organización líder global de la prevención del cáncer cervical seguirá aportando a este esfuerzo colectivo, convencida que cerrar las brechas es la condición para construir futuros más saludables y equitativos para todos.
