En 2024, Neiva ha enfrentado un año dinámico en términos de su red semafórica, con avances significativos en la instalación de nuevos dispositivos en puntos críticos, pero también con desafíos persistentes como el vandalismo, la falta de cultura ciudadana y la necesidad urgente de mantenimiento y actualización tecnológica. Este panorama no solo afecta a la movilidad local, sino que refleja una problemática nacional que se repite en varias ciudades del país.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
POR: ALEJANDRO POLANCO
A nivel nacional, las redes semafóricas en ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla enfrentan problemas similares a los de Neiva. La falta de actualización tecnológica, el vandalismo constante y la baja conciencia ciudadana son desafíos recurrentes que afectan la operación eficiente de estos dispositivos. En Colombia, las estadísticas del Instituto Nacional de Vías (INVIAS) muestran que al menos el 40% de los semáforos instalados en todo el país requieren mantenimiento o reemplazo debido a daños provocados por actos vandálicos o simplemente por el desgaste causado por el tiempo.
Instalación de nuevos semáforos
En este contexto, Neiva no es una excepción, la ciudad enfrenta las mismas dificultades que otras regiones del país: la necesidad de continuar la inversión en tecnología, la alta incidencia de actos de vandalismo y la urgente necesidad de una mayor participación ciudadana administrativa para preservar estos sistemas.
Recientemente se instalaron tres nuevos semáforos ubicados en la carrera Octava con calle Sexta, barrio Centro, en la carrera 20a con calle Segunda, barrio Ventilador y en la carrera 25 con calle 18 Sur, en el barrio Timanco. Estos puntos fueron definidos como críticos por el Observatorio de Seguridad Vial, que ha identificado en ellos zonas de calor, es decir, intersecciones donde la ocurrencia de accidentes es constante.
La instalación de estos semáforos ha sido un tema de relevancia para los ciudadanos, quienes han expresado sus preocupaciones respecto al estado de la red semafórica, y por ello, El Diario del Huila dialogó con la Secretaría de Movilidad, Edna Johanna Cruz para conocer los detalles de este proceso. La funcionaria resaltó que estos semáforos ya habían sido planificados con anterioridad, pero su ejecución fue suspendida debido a distintos factores administrativos. Ahora, después de un largo proceso de espera, por fin se concretaron las obras.
Vandalismo: Un Obstáculo Persistente
Sin embargo, a pesar de estos avances, la eficacia de los semáforos ha sido limitada por diferentes factores adversos. Durante este año, la Secretaría de Movilidad ha registrado un total de 15 semáforos vandalizados, lo que representa un desafío considerable para su operación efectiva. Los daños van desde grafitis hasta hurto de cables y componentes electrónicos esenciales para su funcionamiento. Esta situación ha obligado a las autoridades a destinar recursos adicionales para la reparación y reposición de estos dispositivos, lo que afecta la fluidez del tránsito y la seguridad vial en general.
Los daños a los semáforos no solo afectan su funcionamiento inmediato, sino que generan costos adicionales en términos de reparación y mantenimiento representando una amenaza constante para la seguridad vial, ya que limita la capacidad del sistema para regular el tráfico y mantener controlados los puntos críticos de la ciudad. A pesar de los esfuerzos por parte de las autoridades para resguardar estos dispositivos, la falta de vigilancia continua y la baja conciencia ciudadana continúan siendo obstáculos importantes.
La falta de cultura ciudadana y su impacto en la red semafórica
Además del vandalismo, la falta de cultura ciudadana es otro factor clave en los desafíos que enfrenta la red semafórica en Neiva. En varias ocasiones, los conductores y peatones ignoran las señales, poniendo en peligro su seguridad y la de los demás. La Secretaría de Movilidad ha enfatizado que este problema es recurrente, pues a menudo se observa una actitud indiferente hacia el respeto de las señales semafóricas.
La falta de conciencia sobre la importancia de estos dispositivos se refleja en los altos índices de siniestralidad en zonas específicas de la ciudad. La Secretaría ha señalado que, aunque los semáforos están diseñados para mejorar la seguridad en las calles, muchos usuarios los perciben como simples luces que pueden ser ignoradas si existe prisa o falta de tiempo. Esta actitud contribuye significativamente a los accidentes viales, complicando la gestión del tránsito en sectores concurridos.
La intención es ampliar la cobertura de dispositivos en puntos críticos, reduciendo así el riesgo de siniestros viales. La Secretaría de Movilidad ha resaltado que estos esfuerzos son fundamentales para mantener una red que, aunque no es antigua, requiere actualizaciones constantes para incorporar tecnología más avanzada.
Otro aspecto importante a considerar para la secretaria Edna Johanna Cruz, es la creencia generalizada en ciertos sectores de la población sobre la desactivación o apagado de los semáforos después de una hora específica en la madrugada. La Secretaría ha desmentido categóricamente esta idea, asegurando que los semáforos no se apagan, sino que simplemente cambian a un modo intermitente durante las horas nocturnas. Esto, según explican, responde a un protocolo común en muchas ciudades del país, lo que permite ahorrar energía sin comprometer la seguridad vial.
En cuanto a la modernización, se busca implementar sistemas más robustos y resistentes, que integren inteligencia artificial y conectividad con otras tecnologías de movilidad urbana, con el objetivo de ofrecer una respuesta más eficiente ante situaciones imprevistas como accidentes o vandalismo.
Reductores de Velocidad Irregulares
Otro tema a destacar es la vigilancia constante sobre los reductores de velocidad instalados de manera irregular por la comunidad. La Secretaría de Movilidad ha observado una creciente tendencia a la colocación de reductores artesanales, los cuales no cumplen con las normas establecidas y pueden poner en peligro tanto a conductores como a peatones. La falta de autorización para estos dispositivos ha llevado a un llamado para su eliminación, considerando que no cumplen con los estándares técnicos necesarios.
En conclusión, a pesar de los avances en la red semafórica de Neiva, la ciudad enfrenta múltiples desafíos que requieren atención constante. La combinación de vandalismo, falta de cultura ciudadana y la necesidad de modernización tecnológica es un reflejo de una problemática nacional que exige la colaboración de autoridades y comunidad para garantizar una movilidad segura y eficiente.









