No existe justificación alguna para que se sigan presentando los detestables asesinatos selectivos en algunos municipios del departamento, que están dejando tristeza y luto a sus familiares. La sociedad no supera la cruda violencia a que ha sido sometida desde décadas atrás por la rampante criminalidad que se ha fortalecido durante el presente trienio, porque todavía se continua con el ADN de los odios y sesgos ideológicos, como si la vida no tuviera valor frente a las creencias políticas hirsutas y arcaicas que nos han querido imponer, generando la más grande decepción, porque durante la época prelectoral prometieron que este gobierno iba a ser el mandato de la vida. Pero la decepción ha sido mayúscula, porque los crímenes selectivos y colectivos, se han vuelto un paisaje en el país. Es la triste realidad. Las familias viven atemorizadas por la delincuencia, sin que exista un accionar gubernamental efectivo y eficaz que conduzcan a frenar estos homicidios que, a la fecha, superan los 130 en el Huila durante la presente vigencia.
El constituyente primario se encuentra sorprendida por la forma salvaje, como se están presentando estos asesinatos. Los datos estadísticos reflejan indicadores muy preocupantes porque la criminalidad tiene controlado más del 70% del territorio nacional y siguen ocurriendo estos actos criminales. A pesar de los ingentes esfuerzos gubernamentales para lograr la Paz Total en el territorio nacional, continua el escenario de terror propiciado por algunos grupos criminales que no cesan su actuar violento contra la sociedad colombiana. Igualmente, las organizaciones narcoterroristas no cesan el actuar extorsivo contra los agentes económicos en el Huila. Durante el fin de semana con festivo incluido, se presentaron asesinatos en Pitalito, Algeciras y un delincuente fue abatido por la policía nacional en medio de un hurto que están perpetrando. Estos municipios se han convertido en epicentros del accionar delincuencial de las bandas que operan en sus territorios.
Se ha vuelto muy peligroso transitar de noche en estos municipios. Son reiterativos los homicidios que ocurren en sus zonas urbanas y rurales. Hay que reconocer la labor de los organismos de seguridad, la intensificación de los operativos para contrarrestar este flagelo criminal, que atentan contra la población que, en muchas ocasiones son producto de las extorsiones masivas sobre las familias que ejercen un emprendimiento y que los obligan a tributar para financiar sus actividades ilícitas. La sociedad añora el accionar gubernamental del expresidente Alvaro Uribe Vélez, quien les asestó en sus dos gobiernos, los más grandes y contundentes golpes a las organizaciones narcoterroristas. Lo anterior no se lo perdona la izquierda. Así como están las cosas, con su accionar gubernamental incoherente de Petro y sus áulicos, se están convirtiendo en jefe gratuito de debate del candidato que aspire a la presidencia que sea direccionado por el exjefe de Estado.
