Todavía la sociedad huilense no sale de las detestables noticias sobre los asesinatos selectivos que diariamente se están presentando en algunos municipios del Huila, cuando se presentó una masacre de tres personas en el municipio de Suaza, convirtiéndose en la sexta ocurrida durante el presente año en nuestro territorio. Igualmente, no salimos del asombro por las reiteradas actor criminales que han venido ocurriendo desde tiempos pretéritos y que desde que se posesionó el presidente Gustavo Petro Urrego, se han incrementado en algunas regiones del país, generando la más grande decepción, porque durante la época prelectoral prometió que este gobierno iba a ser el mandato de la vida. Pero la decepción ha sido mayúscula, porque los crímenes selectivos y colectivos, se han vuelto un paisaje en el país. Es la triste realidad. Las familias viven atemorizadas por la criminalidad, sin que exista un accionar gubernamental efectivo y eficaz que conduzca a frenar esta violencia hirsuta e irracional que, a la fecha, ascienden a 6 durante la presente vigencia en el Huila.
De acuerdo con Indepaz, en el año 2022 se presentaron 94 masacres que le ocasionaron la muerte a 300 personas: en la vigencia 2023, ocurrieron 93 con 300 victimas; en el año anterior, se presentaron 76 masacres, ocasionándoles la muerte a 267 personas. Durante el presente año, se han presentado 60 masacres, en donde han ocurrido 197 asesinatos. Infortunadamente las cifras oficiales, distan ostensiblemente de las presentadas por esta ONG, porque estos hechos violentos que han ocurrido duplican y van en aumento, los datos presentados. Es una barbarie que están afectando a las personas más indefensas e inermes, las cuales se encuentran desprotegidas del accionar gubernamental. En la vereda la Unión del municipio de Suaza vivieron una noche de horror el sábado anterior. En una venta de licor, fueron masacrados salvajemente tres campesinos que departían con su entorno de amigos y familiares. El sur del Huila está siendo presionado por estructuras armadas que buscan controlar rentas ilegales, rutas de movilidad y población vulnerable. Es urgente reforzar la presencia institucional y garantizar medidas efectivas de protección. Para ello, es indispensable aumentar el pie de fuerza en aquellas zonas donde hacen presencia las estructuras criminales que se han fortalecido durante el presente cuatrienio.
Consideramos que estos eventos no pueden volverse a seguir presentando en nuestro territorio. Los organismos de seguridad deben hacer presencia en dichos territorios, que están dominados por la criminalidad rampante que corroe las instituciones democráticas del país. Igualmente, el gobierno nacional debe desarrollar una agresiva inversión social y de infraestructura para mejorar las condiciones de bienestar de los pobladores de esta localidad, que son noticia cuando suceden estos hechos trágicos. El Estado tiene una tarea para volver productivas a las zonas afectadas por el conflicto en el territorio nacional.







