Infortunadamente la crisis de las finanzas públicas nacionales ha permeado ostensiblemente de manera negativa, a los entes territoriales por la disminución de las transferencias de la Nación a las regiones y localidades. La centralización rampante que se ha venido presentando durante los anteriores gobiernos y que se ha profundizado durante la presente administración del Presidente Gustavo Petro, de manera equivocada, por la discriminación en las transferencias de los recursos a algunos departamentos, han generado una reacción de algunos sectores para brindarles mayores autonomías fiscales, que les permitan tomar sus propias decisiones en la formulación de políticas públicas sin tener que acudir a las instancias del ejecutivo para ejecutarlas. Es inaudito que el ejecutivo, a través de Decretazos esté generando una disminución progresiva de los recursos que les corresponden a las regiones para sufragar los proyectos de inversión, provocándoles una disminución de su accionar gubernamental frente a las crecientes demandas sociales que están solicitando las comunidades.
No hay derecho, que por satisfacer el desbordado gasto público que presenta un creciente desequilibrio de las finanzas públicas nacionales, se presente esta decisión gubernamental errada. Hemos sido reiterativos desde esta tribuna de opinión, que mientras el sector central desconozca la palabra austeridad, para buscar un verdadero saneamiento fiscal en lo que le resta del periodo constitucional, va a ser muy difícil encontrar el punto de retorno para continuar con el cumplimiento de las metas del Plan Nacional de Desarrollo. Estos juicios de valor que emitimos, lo realizamos de manera objetiva y sin sesgos ideológicos. Es una mayúscula preocupación de la Federaciones Nacionales de Departamentos y de Municipios del país, quienes han lanzado sus voces de alerta, por el nuevo Decretazo que va a expedir el Departamento Nacional para trasladarle el pago del personal de la salud, con recursos del Sistema Nacional de Regalías. Algo absurdo. Esta es una responsabilidad de la Nación. Sería una hecatombe financiera para los entes territoriales.
Todavía no nos imaginamos, las nefastas consecuencias para el departamento del Huila y los municipios huilenses. En el caso de Neiva, el alcalde de Neiva y el gobernador del Huila, desde el inicio de sus mandatos constitucionales, se comprometieron con el constituyente primario para reconstruir y terminar el estadio de futbol Guillermo Plazas Alcid, con el apoyo del gobierno nacional y que lleva 9 años en una completa agonía. Por esta ciudad, han desfilado ministros, altos funcionarios del gobierno nacional quienes se comprometieron a cofinanciar este sueño de la hinchada al futbol. Este es un ejemplo de las demás obras prometidas. Y ahora con el raponazo que se quiere dar a los recursos del Sistema Nacional de Regalías para utilizarlas con otros fines, va a generar otra frustración para generar una mejor calidad de vida basada en desarrollos sociales, económicos, culturales, ambientales y étnicos. Será otro engaño gubernamental.







