El Día Nacional de la Policía en Colombia se celebra cada 5 de noviembre, una fecha dedicada a rendir homenaje a los hombres y mujeres que integran la Policía Nacional, Diario del Huila conmemora este día por su labor en la protección de la vida, la seguridad, la convivencia ciudadana y el mantenimiento del orden público.
DIARIO DEL HUILA, NEIVA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
Cada 5 de noviembre, Colombia celebra el Día Nacional de la Policía, una fecha instituida para reconocer el compromiso, la disciplina y el sacrificio de los uniformados que día a día trabajan por la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos.
Por tal motivo, Diario del Huila habló con el Coronel Héctor Jairo Betancourt Rojas, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, quien destacó que esta fecha no solo es un motivo de orgullo institucional, sino también un momento de reflexión sobre los retos que se enfrentan actualmente.
Nacido en el municipio de Zapatoca, Santander, quien hizo su ingreso a la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional de Colombia “General Francisco de Paula Santander” en el año 1998 y quien en la actualidad cuenta con más de 27 años de trayectoria institucional, reveló cuales han sido los desafíos que a lo largo de su carrera ha atravesado y que es lo mejor que le ha dejado su estadía por el departamento.
Coronel, ¿Qué lo motivó para ingresar a la Policía Nacional?
Yo tuve la fortuna de que un tío mío, mi padrino de bautizo fuese también oficial de la policía y fue el que me dio la oportunidad luego de haber prestado servicio en el Ejército de ingresar a la institución. Hice todo el proceso y después de eso gracias a Dios aquí vamos.
¿Podemos decir que fue un amor inculcado a la institución por parte de su familia?
Más que inculcado es la oportunidad que se me brindaba porque él también me ofreció de pronto estudiar lo que yo quisiera, sino que después de haber prestado servicio en el Ejército me llamó mucho la atención el trabajo que se hacía desde la Policía Nacional y teniéndolo a él como referente, quise seguir sus pasos por así decirlo y cuando nos reunimos me dice, que le dejó el legado de él o dejó su reemplazo y una de mis metas es hacerlo con honor y dejar en alto el nombre de él de lo que él hizo.
Mi coronel, ¿usted cuánto lleva en la institución?
En la institución policial yo ya llevo por encima de los 26 años. Ya he reconocido también el tiempo que duré prestando el servicio y por eso me figuran más de 27 años.
¿Qué cargos ha ocupado o cuáles han sido los más significativos en su parte de experiencia institucional?
Gracias al todopoderoso, yo he tenido la oportunidad de experimentar diversos tipos de cargos, iniciando desde comandante de grupos de reacción en lo que tiene que ver con el control del espacio público, el control del tránsito. También tuve la fortuna de ser comandante de CAI, subcomandante y comandante de estación, tuve la fortuna de ser el subdirector de una escuela de especialidad en la Policía Nacional, la escuela de seguridad vial.
Y también en su gran mayoría me he desempeñado como comandante operativo, luego de ser comandante de distrito, subcomandante de Metropolitana y actualmente como comandante de la Metropolitana de Neiva.
¿Ha tenido alguna experiencia que ha marcado su vida laboral dentro de la policía en los primeros años como servidor público?
Todo lo que he podido aprender de los policías. He tenido experiencias muy exitosas, incluso hace mucho tiempo y yo lo he recordado acá cuando tuve la fortuna de trabajar en el departamento, en el municipio de La Plata, gracias a la recomendación de un uniformado, se logró hacer una actividad muy bonita para unas festividades de San Pedro en ese municipio, lo cual conllevó a que el municipio me lo reconociera de forma directa y son cosas que uno lleva en el corazón y con eso va aplicando a la vida institucional y a los diferentes trabajos que me desempeño.
Coronel, ¿Hay algo que usted dice esto es gratificante para mí?
Cada vez que la comunidad agradece que se siente atendida por el servicio, no de forma individual por mí, sino que se siente atendida por la labor que hacemos al recuperar un elemento, al lograr el objetivo frente a colaborar con impartir justicia, son méritos o son reconocimientos que uno lleva en el corazón porque dan fe de que se están haciendo bien las cosas.

¿Qué ha sido lo más difícil de esta labor?
Cada vez que he tenido que entregar la bandera de un compañero que ha caído en el servicio a alguno de sus familiares en especial, cuando en algunas ocasiones con esos mismos familiares hemos compartido espacios de esparcimiento, de regocijo y luego tener que de una forma muy cruda entregar esa bandera, es bastante triste y me ha impactado…
En el transcurso de la experiencia laboral suya, ¿tiene algún aprendizaje que destacar?
Desde mi temprana estancia en la institución y aquí para dar el ejemplo, mi primera unidad fue un CAI, donde solo debía manejar nueve policías y nunca logré que los nueve estuviesen a gusto con las acciones que se tomaban. Entonces, desde allí, desde temprana edad en la institución aprendí que es muy difícil satisfacer las necesidades, los gustos y con forma respetuosa, en algunas ocasiones hasta los caprichos, los egos de todas las personas.
Por ende, siempre sí he procurado decir las cosas de una forma clara, imparcial para no generar falsas expectativas, pero sabiendo que con ello en muchas ocasiones tal vez no va a ser del agrado, pero por lo menos yo mismo procuro como explicárselo, para que no se tornen malos entendidos, odio los chismes, las murmuraciones, las roscas, eso no me parece adecuado.
Lo mejor es ser claro en su momento para ser lo más equitativo a la hora de tener que tomar decisiones y estoy completamente tranquilo porque sé que se hace en el interés general y no parcializado hacia alguno de los sectores.
Coronel, usted trabajó anteriormente aquí, ¿Hace cuánto fue eso y qué cargo ocupó en ese momento?
Tuve la fortuna, yo creo que hace ya más de 10 o 15 años de haber pasado por esta tierra, laboré todo mi grado de Teniente y todo mi grado de Capitán, para resumirlo, en el único distrito en su momento porque no existía la Metropolitana que no laboré, fue en el de Pitalito. En los demás distritos tuve la fortuna de conocerlos como comandante.
También fui el comandante estación Neiva en más de dos oportunidades, aquí fue donde también me desempeñé como encargado del tránsito urbano en la ciudad de Neiva. También estuve en municipios como Campoalegre, Gigante, donde la mayoría de mis labores fue de comandante de estación o de distrito.
¿Hace cuánto regresó a la Metropolitana?
Exactamente el año pasado. Creo que a finales de septiembre luego de que terminara el curso de gerencia estratégica policial, fui destinado por el alto mando a llegar acá como subcomandante de la Metropolitana. Y ya cumplí el año de haber llegado en su momento como subcomandante y ahora como comandante.
¿Cómo describiría el trabajo que ha tenido que realizar en la región?
Yo tengo la fortuna de que me casé con una hija de esta región entonces, puedo decir que conozco y fui adoptado y ello me ha facilitado, es muy enriquecedor cada una de las experiencias que se tienen al momento de desarrollar nuestras funciones.
Sin embargo, es entendible por la idiosincrasia y algunos momentos de sobre todo de efervescencia o de animosidad que se generen malos entendidos, confío mucho en la humildad, en el trabajo en equipo y yo sé que independiente de lo difícil que pueda sonar la tarea, si todos lo hacemos de una forma juiciosa, si no nos recargamos solamente a buscar un responsable, que ya habrán quienes y para eso existen las instancias judiciales que se encargan de juzgar, quienes no nos corresponde, si aportamos nuestro granito de arena, podemos sacar nuestros objetivos adelante porque ya he tenido la oportunidad de verlos en esta en esta región que se han hecho.
¿El trabajo es fuerte o cómo lo describe?
El trabajo es fuerte, pero la ventaja es que aquí se puede hacer. He tenido la fortuna de trabajar en otras regiones donde es mucho más hostil ese ejercicio y aquí tanto para la comunidad como para mis policías le puedo indicar con conocimiento de causa que aquí podemos trabajar.
¿Qué reto se encontró como comandante de la Policía Metropolitana en Neiva?
La Metropolitana es joven, tiene muchas capacidades, sin embargo, todo nuestro soporte tecnológico tanto en comunicaciones como en el parque automotor no es tan joven y eso dificulta nuestro trabajo.
Esos son como los principales retos a los cuales le he puesto el diente y he venido trabajando porque ya con esto podemos cuando la comunidad nos coloque una queja y no estoy hablando a llegar rápido, ¿sí? porque no es, sino a ofrecer la respuesta que ellos necesitan en la solución de la problemática, podríamos ganar la confianza que es lo que le quiero trabajar y es el principal reto, retomar la confianza de la comunidad en su policía nacional.
¿Qué estrategias se está implementando para contrarrestar los factores de inseguridad en Neiva?
No es desconocido de que la seguridad es un compromiso de todos, y allí, como mencionaba, la importancia de ganar o recobrar la credibilidad, pero la principal estrategia es buscar ese acercamiento para que la sociedad, el ciudadano, de acuerdo a su problemática, conozca y tenga ese momento de valor con la patrulla que le gestiona la seguridad en su jurisdicción. Yo sé que estamos y es el deber ser, ¿no? que nosotros como comandante estemos abiertos a recibir todo tipo de información y por intermedio nuestro gestionar para que se logren los resultados.
Sin embargo, eso a veces lo hace un poco traumático por el acceso mismo como a las misiones que uno tiene, pero existe el comandante de estación, los comandantes de CAI, existen las patrullas de vigilancia y lo que yo busco es que la comunidad reconozca en su patrulla de vigilancia que es el directo responsable y el primer llamado a solucionar su problemática. Ya si dentro de ese ejercicio se ve que requieren más capacidades que no solo es potestad de la patrulla, la misma patrulla lo puede gestionar y es obligación de ellos hacerlo.
Mi intención es que la patrulla y la comunidad se conozca de cara a cara, que no se utilice como si fuera un servicio a domicilio, sino que conozcan quiénes son los que integran la patrulla.
Coronel, hablando de esa relación entre comunidad y policía, ¿usted cómo siente esa relación?
Desde mi concepto es muy buena, yo sé que hay momentos en los que el fragor de la novedad, del inconveniente se generan rabias, se generan disputas, hasta malas palabras, pero la colaboración es bastante, este término podrá sonar a frase de cajón, pero en la realidad los buenos somos más.
De allí la importancia en que nos conozcamos para que podamos trabajar de forma organizada contra aquellas personas que les quedó grande ganarse la vida de forma justa, y se van por lo que está tipificado en la norma como delito.
¿Hay algún reconocimiento que le hayan dado y lo ha marcado en su trayecto institucional?
He recibido de muchas de las personas que trabajaron conmigo desde la primera vez que estuve acá y que en esa época y actualmente reconocieron el ejercicio de mi labor, de mi liderazgo, y ese reconocimiento llena bastante porque se siente que el ejercicio, el esfuerzo, vale la pena y se cumplió con la labor.
Coronel, ¿cómo motiva a usted a los hombres y a las mujeres que laboran en su equipo de trabajo?
Mi principal derrotero siempre ha sido el ejemplo. He tratado de ser transparente y claro en que a todo no se le puede decir sí, pero que también hay que saber decir no. Sobre todo, para no generar
¿Qué papel juega los valores en la formación de un policía?
Son fundamentales, eso no tendría discusión, para mí la humildad es de los principales para que sobre ellos empezar como a cosechar todas las demás virtudes que uno puede desarrollar, porque con ello se facilita la comunicación y se nos permite de una forma clara expresar las cosas sin rencores.
¿Qué mensaje les daría a esos jóvenes que quieren hacer parte de la Policía Nacional?
Esta es una institución muy hermosa, lo puedo decir con más de 25- 26 años de experiencia, es muy gratificante, fácil no es, van a haber muchos cuestionamientos, pero siempre si estamos amparados con la fe en el todopoderoso y teniendo en cuenta la educación que nos dieron desde el hogar, podemos salir adelante.
No se ganan sueldos exorbitantes, tenemos muchas famas y no hay que negar que dentro de los procedimientos y diferentes actuaciones se cometen errores. Pero nosotros internamente tenemos esa política de autocorrección, quien infrinja la norma, tiene que responder, pero no es la institución, son algunos de sus integrantes.









