Diario del Huila

“Quiero que las voces de los jóvenes sean escuchadas y transformadas”

Sep 22, 2025

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Una joven de 19 años estudiante de derecho quiere llegar a ocupar una curul en el Consejo Municipal de Juventudes de Neiva, donde aspira ser ese enlace que necesitan los jóvenes para lograr apoyo y que sus sueños se materialicen.

 DIARIO DEL HUILA, NEIVA

Por: Leidy Catalina Durán Vásquez

Valentina Rodríguez, una joven neivana, estudiante de derecho de la Universidad Surcolombiana cree profundamente en la fuerza de los sueños y en la valentía hoy busca una curul en el Consejo Municipal de Juventudes de Neiva, ella pasó gran parte de su niñez en Belén – Boyacá, pero fue criada en Neiva, donde reside actualmente.

“Crecí rodeada de una familia que me inculcó valores como el respeto, la responsabilidad y la empatía hacia los demás. Crecí recorriendo cada uno de los municipios de mi Huila junto a mi papá, mamá y hermano mayor. Desde pequeña me he caracterizado por mi sensibilidad ante las injusticias y por esa necesidad de levantar la voz en favor de quienes no se atreven o no tienen las condiciones para hacerlo, nunca serví para hacer caso omiso a lo que no me parecía correcto”, indicó Valentina.

Hoy, esta joven con 19 años persiste con su sensibilidad, pero con el pasar de los años y de los sucesos decide tomarlo como una virtud, y no como una debilidad. Se define como una mujer perseverante, con metas claras, pero también con un corazón abierto a las realidades de la sociedad.

“Mi vida ha estado marcada por la convicción de que cada paso que doy debe tener un propósito: el de aportar, el de servir y el de generar esperanza por eso decido aspirar al Consejo Municipal de Juventud porque, para mí, la juventud no puede seguir siendo un sector invisible o poco escuchado. Estoy convencida de que este espacio es una puerta para que los jóvenes tengamos una voz real en las decisiones que afectan nuestro presente y futuro”, enfatizó la joven Valentina.

Para ella, no se trata solo de ocupar un cargo, sino de abrir un camino donde cada joven se sienta representado, por eso quiere ser esa voz, para poder decir con orgullo que estoy ahí, luchando por los derechos, oportunidades y espacios garantistas.

“Mi aspiración nace de un sentimiento genuino de servicio. En un mundo donde muchas veces los jóvenes somos señalados como indiferentes o apáticos, decido demostrar lo contrario: que la juventud de Neiva está llena de talento, de ideas, de sensibilidad y de valentía. Yo quiero ser la prueba de que cuando un joven se levanta con decisión, no sólo transforma su vida, sino también la de quienes lo rodean. Por eso, mi aspiración al CMJ se basa en un compromiso con toda una generación que necesita espacios para crecer y brillar y por supuesto, un sueño que desde mi postulación ha empezado a materializarse”, reveló Rodríguez.

Su mayor propuesta, y la que considera el eje central de su proyecto es la educación.

Valentina desea convertirse en un enlace directo entre los jóvenes y las instituciones, quiere que ese espacio deje de ser visto como un saludo a la bandera o distante y que pase a ser un espacio humano, real y participativo.

“Mi visión hoy es que el CMJ se convierta en un motor de transformación, donde las voces de los jóvenes de barrios, colegios, universidades y veredas sean escuchadas y transformadas en proyectos concretos. Quiero una zona rural incluida, quiero instituciones educativas de nuestra mano, más allá de cumplir con mi rol, deseo inspirar y que me vean por lo que soy, lo que siempre he sido y seré. Anhelo que más jóvenes crean en sí mismos, que comprendan que tienen derecho a participar, a opinar y a soñar con un futuro diferente sin importar lo que la sociedad y muchas veces el Estado intenta imponer.  Mi meta no es sólo proponer políticas, sino también generar confianza en la juventud, que muchas veces se siente olvidada o poco valorada. Quiero forjar un camino desde el CMJ y sí es posible construir, sí es posible cambiar y sí es posible avanzar hacia una Neiva donde los jóvenes tengamos oportunidades reales de desarrollo en todos los ámbitos de nuestra vida”, sostuvo la joven.

Su mayor propuesta, y la que considera el eje central de su proyecto dentro del Consejo Municipal de Juventud, es la educación. Cree firmemente que no hay una herramienta más poderosa para transformar vidas y sociedades que una educación de calidad, incluyente y accesible. La educación es un derecho fundamental, pero se debe de garantizar que este deje de ser vista sólo como un derecho escrito en el papel y se convierta en una realidad tangible para cada joven neivano, sin importar su estrato, su condición social o el lugar donde viva.

“Cuando hablo de educación, no me refiero únicamente a la enseñanza en las aulas, sino a una educación integral, que forme en valores, pensamiento crítico, competencias para el mundo laboral y, sobre todo, en la capacidad de soñar y de creer en sí mismos. Mi propuesta busca que la juventud de Neiva tenga más y mejores oportunidades de acceso a procesos formativos desde el fortalecimiento de la educación básica y media, hasta la generación de espacios de preparación técnica, tecnológica y universitaria”, expresó Rodríguez.

Finalmente, concluyó que quiere trabajar para que ningún joven sienta que su futuro se detiene porque no tuvo acceso a un cupo, a un apoyo económico o a un acompañamiento académico. La educación nunca debería ser tomada como un privilegio, sino como lo mínimo. Garantizar la educación también implica escuchar las voces de los estudiantes, conocer sus dificultades cotidianas y de que carecen o que se debe mejorar, ya sea desde la falta de transporte escolar en algunas zonas, hasta la ausencia de programas de vital importancia.

Valentina desea convertirse en un enlace directo entre los jóvenes y las instituciones.

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