Por: Álvaro Hernando Cardona González
No sabemos quién carajos es Caicedo. Por eso es inexplicable que la pregunta ¿quién carajos es Caicedo? Esté causando tanto daño a los patrimonios privados de miles de familias y al patrimonio público de todos los colombianos.
Tampoco sabemos quiénes carajos son los contraventores y responsables fiscales que muy lamentablemente incurren en el comportamiento reprochable de pintar, sin autorización de los dueños de casas, paredes y edificios privados o autoridades, como alcaldes y gobernador, quienes administran los edificios y bienes públicos.
Los ciudadanos que somos respetuosos de los demás, dando prioridad ética al cumplimiento de los deberes en la sociedad sobre los derechos que tenemos, y con ello justamente aumentando el respeto de los derechos ajenos (de paso los míos) hemos notado que pululan en las paredes de edificios públicos y privados la pregunta ¿quién carajos es Caicedo?
Y por esa ética, que nos hace sensibles ante lo que sucede a nuestros semejantes y su entorno, es que hemos reparado en el daño y detrimento patrimonial que quienes pintan estas frases y otras por supuesto, causan. Echan a un lado el deber que tienen de respetar lo ajeno, lo que no es suyo, y más aún, hacen a un lado y violan el deber de respeto por lo que es de todos.
Claro, quienes masivamente han y vienen causando este deterioro y contravenciones, sólo son otros autores, al parecer indetenibles de insensibles, que afectan el patrimonio citadino. Al menos en Neiva, ya parece que vivimos, como se dice coloquialmente, en un chiquero. Cada vez vemos a nuestra amada ciudad más fea, deteriorada, insegura y agreste.
No importa un pito quién carajos es Caicedo, porque hay muchísimos ciudadanos en Colombia con ese apellido, pero en cambio sí quisiéramos saber quiénes carajos son los contraventores del espacio público y del daño a bienes privados, que además de aumentar la contaminación visual, contribuyen con un estado ya deplorable de calles, avenidas y plazas sumando a otras causas en la sensación de inseguridad, desorden y desaseos citadinos. Un daño enorme e inmensurable están causando al medio ambiente de Neiva. ¿A nadie le importa? Terminamos preguntándonos, quienes tienen cargos públicos con responsabilidades en relación con estos y otros aspectos, ¿son sensibles a lo que nos afecta a todos?
Sí, váyanse al carajo quienes no tienen ética, quienes anteponen “lo mío” (mi derecho) por “lo de todos” (deberes), quienes dañan y no construyen, quienes afean y no embellecen, quieres no tienen oficio pero reciben de todos subsidios sin contraprestación, quienes no respetan, quienes abusan, quienes son responsables del deterioro de nuestro entorno.








