Alfonso Vélez Jaramillo
Han transcurrido tres meses sin que el director de Comfamiliar Huila el santandereano Juan Carlos Carvajal Rodríguez, responda sobre cuál es la real situación de esa entidad, y de los bienes embargados y anotados en varios procesos judiciales.
Se sabía que los cánones del arrendamiento de los cuatros locales del supermercado ubicados en Neiva y Garzón, cuyo valor oscila en unos de 80 millones de pesos mensuales, están embargados.
Las deudas de Comfamiliar sobrepasaban, según sus propias palabras en ese momento los 750 mil millones de pesos y los acreedores son los hospitales departamentales de Neiva, Garzón y Pitalito, y numerosos proveedores públicos y privados del Huila y de otros departamentos.
Se lo pregunté en la columna del día 19 de junio de 2025 y el funcionario ha guardado absoluto silencio e hizo caso omiso de su obligación de informarle a la opinión pública y en particular a los empresarios y trabajadores, de esta situación.
En cambio, en una asamblea informativa aseguró que Comfamiliar Huila tiene o ha obtenido un superávit de más de 400 mil millones de pesos, sin embargo, no se conoce, aunque haya solucionado los procesos que cursan en contra de Comfamiliar, entidad involucrada, por estas características, en el entramado de corrupción que afecta al sector salud en todo el país, cuyo detrimento al erario supera los 100 billones de pesos a través de las EPS, liquidadas
En esa misma asamblea, al menos no se ha desmentido, se hizo aumentar la autorización de compra directa de 710 millones a casi 5.000 mil millones, los cuales puede disponer solo con dos propuestas y sin ningún otro proceso de control previo a la contratación de bienes y servicios.
Claro, el director dice que él no se hizo aumentar, pero gustoso tampoco rechazó ese descomunal aumento de su capacidad para adquirir directamente sin autorización del Superintendente, que no sabe o no debe saber sobre esta situación, o está haciéndose el que no ve
Ni siquiera los anteriores directores, inclusive ni Armando Ariza, que estuvo más de 20 años, se atrevieron a elevarse la capacidad de compra directa de manera descomunal.
Ahora, lo preocupante es que existen varios planes de vivienda, algunos cuyos convenios fueron firmados desde año 2023 en Garzón y Gigante y las casas siguen sin entregarse a los beneficiarios, ni se conoce la situación de los proyectos. En otra parte, esas casas las hacen en seis meses.
Comfamiliar debe clarificar la situación judicial de la urbanización de lote ubicado en inmediaciones de El Tesoro, en Neiva, para que los interesados estén conscientes antes de comprar, de la responsabilidad de la medida cautelar, si la hay y sepan a qué atenerse, antes de adquirir su vivienda, caso contrario, podría configurarse un hecho punible.
Preocupante y más comprometedor, el silencio de la gente que se hacía llamar buena, como dijo Gandhi, la dirigencia gremial y política del Huila, inclusive los sindicatos de trabajadores que permanecen callados, y no protestan como cuando estaban manejando la caja otras personas a quienes llamaban politiqueras, por tener el apoyo de un gobierno que no era petrista.
Entre tanto, Comfamiliar sigue intervenida por la Supersubsidio, es decir manejada por dirigentes políticos de otras regiones, con deudas y demandas que amenazan su patrimonio.
La radicación No. 2023-200-6- 1675 de la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos de Neiva, registra el embargo ordenado por el Juzgado 3º. Laboral del Circuito, radicado No. 2022-0210-00 hasta anoche vigente sobre el lote ubicado frente a la UIS del Sur de Neiva, con una extensión de 8.218 metros.
Sigue el temor por informaciones de que el plan de vivienda “Ciudadela de la Felicidad” de 432 casas y apartamentos VIP, en el sector del Tesoro, tiene anotación en procesos jurídicos, sin embargo, no clarifica la situación, pero sigue comercializando las casas, el director tiene que explicar, si es verdad que desde Comfamiliar están financiando campañas políticas con plata de los huilenses.
