La guerra entre Rusia y Ucrania alcanzó un nuevo nivel de tensión este domingo 22 de diciembre, cuando el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió una respuesta contundente y destructiva contra Ucrania.
Esta declaración se produjo tras un ataque con drones en Kazán, ciudad ubicada en la región de Tartaristán, que dañó un edificio residencial.
Putin aseguró que “sea quien sea, y por mucho que intenten destruir, se enfrentarán a una destrucción muchas veces mayor y se arrepentirán de lo que intentan hacer en nuestro país”. Sus palabras reflejan la determinación del Kremlin de intensificar sus operaciones militares en Ucrania como represalia al ataque.
El líder ruso también reveló que los altos mandos militares están evaluando la posibilidad de probar el misil balístico hipersónico Oréshnik en condiciones de combate, lo que podría marcar una peligrosa escalada en el conflicto.
Le puede interesar: Corina Machado insta a Petro a asistar a la posesión de Edmundo González
El ataque en Kazán
Rusia acusó a Ucrania de llevar a cabo un bombardeo “masivo” con ocho drones que impactaron diferentes puntos de la ciudad. Según el servicio de prensa del gobernador de Tartaristán, Rustam Minnikhanov, seis drones golpearon edificios residenciales, uno alcanzó una instalación industrial y otro fue interceptado sobre un río. A pesar del impacto, no se reportaron víctimas fatales.
Videos compartidos en redes sociales mostraron los daños en un edificio de cristal de gran altura. Según Kiev, el ataque tenía como objetivo la Fábrica de Pólvora de Kazán, una instalación militar utilizada en la producción de armamento.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, había advertido la estrategia de atacar objetivos militares en territorio ruso. En su discurso vespertino, Zelensky aseguró que “cada vez habrá más proyectiles ucranianos” dirigidos contra bases militares e infraestructuras utilizadas por Rusia en sus operaciones contra Ucrania.
“Vamos a seguir atacando las instalaciones militares rusas con drones y misiles”, afirmó.
Puede leer: Devastador terremoto de 7.3 sacudió el archipiélago de Vanuatu
