En una carta extensa y de tono crítico, el excanciller Álvaro Leyva Durán se dirigió al presidente Gustavo Petro para expresar una serie de preocupaciones sobre la gestión del mandatario, su entorno más cercano y el rumbo del país.
El documento, difundido públicamente, hace un llamado al jefe de Estado a tomar decisiones que, según Álvaro Leyva, podrían evitar un “incendio social”.
En el escrito, Leyva afirma que, aunque fue ministro de Relaciones Exteriores durante el actual gobierno, nunca logró una comunicación fluida con el presidente. “Nunca fue fácil aproximarlo. Esto bien lo sabe”, asegura, al tiempo que señala que recurrió a redes sociales y mensajes públicos como forma de expresar su frustración y advertencias sobre “situaciones y hechos” que, en su opinión, han afectado al mandatario “como Jefe de Estado y consecuencialmente al país”.
El excanciller recuerda su entusiasmo inicial con el proyecto político de Petro, inspirado en “igualdad, libertad, fraternidad, justicia social y paz integral”, y resalta que asumió su rol en el gabinete con el objetivo de posicionar al presidente como un líder internacional. Sin embargo, afirma que encontró un círculo presidencial cerrado y una constante evasión al diálogo. “Me sorprendió desde un comienzo que no nos pudiéramos sentar en ningún momento para trazar la política exterior del Estado”, escribe.
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Álvaro Leyva critica con dureza el rol que han jugado figuras cercanas a Petro, como la canciller Laura Sarabia y el exembajador en Venezuela Armando Benedetti, ahora ministro del Interior. Sobre este último, afirma que lo consideró un “enfermo” desde su designación, haciendo alusión a una supuesta adicción. También cuestiona las consecuencias del escándalo de audios filtrados entre ambos exfuncionarios en 2023, señalando que el mandatario “sigue siendo víctima de esos cuestionados funcionarios”.
Uno de los pasajes más delicados de la carta alude a un episodio en París, durante una visita oficial, en el que Petro estuvo “desaparecido” durante dos días. Según Leyva, fue entonces cuando pudo confirmar que el presidente tendría problemas de adicción. “Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción”, escribió, asegurando que esta situación ha derivado en comportamientos erráticos, aislamientos, cambios de humor y decisiones cuestionables.
El excanciller también advierte sobre el uso del lenguaje presidencial, al calificar como peligrosas algunas de sus intervenciones públicas, en las que —según él— se han promovido ataques contra contradictores y se ha utilizado de manera inapropiada la memoria del M-19. “Como un provocador viene quedado usted”, señala, citando un editorial de El Espectador que calificó de “intolerable” la retórica del presidente.
A pesar del tono crítico, Leyva sostiene que aún guarda “estimación” por Petro y le extiende una invitación a tomar distancia de lo que llama su “entorno destructivo”. En concreto, sugiere apartar del poder a figuras como Benedetti, Sarabia y el presidente de Ecopetrol, a quienes responsabiliza de haber contribuido al deterioro del gobierno. “Dícese de ellos que lo tienen secuestrado”, advierte.
Al cierre de la carta, Leyva propone al presidente un encuentro directo para compartirle “una necesaria insinuación” en beneficio de la nación. “Colombia requiere la unión, no la confrontación caótica alimentada desde la jefatura del Estado. Evitemos entre todos un incendio social. Es posible”, concluye.
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