En medio de una nueva temporada seca, la autoridad ambiental del departamento tomó medidas ante el aumento de incendios forestales. La prohibición incluye quemas agrícolas y cualquier uso de fuego a cielo abierto.
DIARIO DEL HUILA, REGIONAL
Ni fogatas, ni quemas de rastrojo, ni incendios “controlados”. En el Huila, a partir de ahora, está prohibido encender fuego al aire libre en cualquier contexto. La decisión llega en un momento crítico: la segunda temporada seca del año ya se siente con fuerza, y la cifra de hectáreas consumidas por incendios forestales empieza a crecer de nuevo.
La medida fue adoptada por la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM), que expidió la Resolución 2380 del 31 de julio de 2025 para blindar al departamento ante nuevas emergencias ambientales. La orden es clara: quedan vetadas todas las quemas abiertas, sin importar si son para uso agrícola, disposición de residuos o actividades recreativas.
¿La razón? En lo que va del año, el Huila ya suma 28 incendios forestales que han consumido más de 414 hectáreas. Y eso que apenas empieza la temporada.
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Un patrón que se repite cada año… pero peor
Lo preocupante no es solo el presente, sino el comportamiento que viene de años atrás. La siguiente cronología lo deja claro:
- 2021: 121 incendios – 1.556 hectáreas afectadas
- 2022: 105 incendios – 905 hectáreas
- 2023: 471 incendios – 14.777 hectáreas
- 2024: 661 incendios – 19.491 hectáreas
- 2025 (hasta agosto): 28 incendios – 414 hectáreas
Aunque las cifras de este año aún están lejos de las de 2024, las autoridades no quieren repetir el desastre: casi 20 mil hectáreas quemadas en un solo año es un récord que nadie quiere volver a alcanzar.
La sequía pega fuerte y lo peor está por venir
El IDEAM ya había advertido que la región enfrentaría un periodo de lluvias escasas entre julio y septiembre. En otras palabras: el suelo está seco, la vegetación es altamente inflamable y cualquier chispa puede convertirse en emergencia.
Solo en julio, según datos de la Oficina de Gestión del Riesgo en el Huila, se reportaron 17 incendios con un saldo de más de 368 hectáreas arrasadas. La tendencia preocupa porque coincide con prácticas que, aunque comunes en el campo, son de alto riesgo: quemas para preparar tierra, para limpiar zonas rurales o, incluso, fogatas hechas por turistas o caminantes.
¿Qué está prohibido exactamente?
La nueva resolución prohíbe cualquier quema abierta o fuego a cielo abierto, lo que incluye:
- Quemas para preparar cultivos.
- Eliminación de residuos vegetales o basura con fuego.
- Fogatas en paseos de olla o caminatas.
- Uso de fuego en actividades recreativas al aire libre.
La restricción aplica para todo el territorio del Huila, rural y urbano. La norma estará vigente durante toda la temporada seca y no distingue entre quemas «controladas» o accidentales.
Las sanciones no son simbólicas
No cumplir con esta medida puede salir caro. Quien encienda fuego en espacio abierto puede enfrentarse a sanciones según la Ley 1333 de 2009, que contempla multas económicas, procesos sancionatorios administrativos y hasta consecuencias penales si se comprueba afectación grave al medioambiente.
«No más fogatas ni quemas por costumbre»
Desde la CAM insisten en que esta es una medida de prevención urgente y necesaria. En palabras de Osiris Peralta, profesional del área forestal:
«Muchas de las quemas en zonas rurales se hacen por costumbre, para limpiar el terreno o eliminar desechos. Pero en medio de esta sequía, pueden terminar en incendios que se salen de control. No es exageración: es experiencia.”
El papel de las autoridades locales y la gente
La corporación ambiental también le pidió a alcaldes, consejos municipales de gestión del riesgo y a los propios habitantes del Huila actuar antes de que sea tarde. Activar planes de vigilancia, identificar zonas críticas y alertar sobre comportamientos de riesgo es clave para evitar que los incendios de 2024 se repitan.
Además, el mensaje también va para los turistas: nada de fogatas, colillas mal apagadas o botellas tiradas al sol. Cualquier descuido, por mínimo que parezca, puede iniciar una cadena de destrucción.
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