Tras la firma del Decreto 1197 de 2025 desaparece el mercado interno de la fibra de algodón, estimado en 20 mil toneladas, se prevé la pérdida de 8.000 empleos directos y 30.000 indirectos, en su mayoría mujeres cabeza de hogar del sector hilandero en todo el país, en el Huila se verán afectados aproximadamente 40 productores de algodón.
DIARIO DEL HUILA, HUILA
Por: Leidy Catalina Durán Vásquez
La Confederación Colombiana del Algodón – Conalgodón, en representación de los pequeños y medianos productores de algodón del país, expresa su rechazo al decreto expedido por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que modifica el Arancel de Aduanas para las importaciones de hilos, reduciendo del 10% a 0% el arancel aplicable a diversas partidas de hilados que actualmente cuentan con producción nacional.
El departamento del Huila pese a que tiene pequeña producción de algodón también se podría ver afectado por esta medida, así lo dio a conocer Oscar Trujillo, secretario de Agricultura del Huila quien indicó que en el departamento hay aproximadamente 200 hectáreas de cultivo de algodón distribuidos en los municipios de Aipe, Tello, Villavieja y Campoalegre.
“Al eliminar el arancel que había sobre la importación de este producto de los hilados del algodón, donde se tenía especialmente un arancel del 10% y se baja a cero y lo que hace es que ponen en riesgo nuestra producción, es de aclarar que el Huila es un pequeño productor a nivel nacional de algodón. Los grandes productores son la costa y los llanos, sin embargo, estos también se pueden ver afectados”, precisó el secretario de Agricultura del Huila.
Si bien el sector atraviesa una situación crítica desde hace algunos años, los productores de algodón de trayectoria hacen su mayor esfuerzo para mantenerse en el cultivo a pesar de las condiciones adversas del mercado (costos de producción altos, bajos precios internacionales, caída sustancial de la tasa de cambio, etc.), incluso realizando altas inversiones en regiones como los Llanos Orientales, para la promoción de siembras, adquisición de maquinaria y equipos y hasta una desmotadora con capacidad para procesar más de 15.000 hectáreas en el municipio de Puerto López, Meta.
Lo anterior, propendiendo por el equilibrio del sistema de producción de los cultivos de ciclo corto y la seguridad alimentaria en los cultivos como el arroz, el maíz y la soya, sumando además mejores rendimientos en todos los cultivos por los servicios ecosistémicos que ofrece el algodón, contribuyendo al desarrollo rural, la generación de empleo y el crecimiento económico de las regiones productivas del país, como los departamentos de Tolima, Huila, Valle del Cauca, Córdoba, Cesar, La Guajira, Meta, Casanare, Vichada, entre otros.
“Nosotros en materia de algodón no tenemos especialmente como cultivo transitorio, alterno al cultivo del arroz, son un poco más de 200 hectáreas que tenemos nosotros a hoy en cultivo de algodón”, indicó Trujillo.
Esta medida, cuyo anuncio ya había impactado la cosecha del segundo semestre del año, disminuyendo el nivel de siembras, hoy termina por darles a los productores la estocada final, al punto de tener en vilo la comercialización de la cosecha, de la Costa y Llanos, sobre todo.
Una medida que no consideró ningún tipo de protección para la industria nacional, como en su momento se propuso por parte de los productores e hilanderos a los Ministerios de Comercio y Agricultura; como establecer que, una vez absorbida la producción nacional, se permitiera que la demanda restante se supliera mediante importaciones a cero arancel, bajo esquemas de cupos o aranceles inteligentes que previenen la competencia desleal y garantizan condiciones justas de mercado, atendiendo a la propuesta de la Ministra de Comercio en el mes de octubre, considerando a su vez, desafíos a nivel internacional en cuanto a limitaciones para el acceso a mercados externos, el cumplimiento de requisitos, los mayores costos asociados para este objetivo, entre otros aspectos.
“Lo que hace este decreto es que le baja el arancel a cero y pone en riesgo nuestra producción, no se tuvo una salvaguarda donde se diera una protección especialmente a nuestros productores y a los hiladores de algodón, allí es donde se está viendo más afectado este tema”, reveló el funcionario de la gobernación del Huila.
Ante estas circunstancias lo que se viene para la economía colombiana es el desescalamiento de la producción hilandera hasta el cierre inminente de las hilanderías que existen en el país, Fabricato, Colhilados, Hilandería Universal, Miratex, y Lafayette, las cuales cuentan con capacidad para el procesamiento de 45 mil toneladas de fibra de algodón, utilizando mano de obra directa (8.000) e indirecta (30.000) en su mayoría mujeres cabeza de hogar, impactando negativamente el nivel de empleo en el país.
Afectados consideran que es fundamental poder preservar la industria de hilados del país para garantizar la adquisición de la producción nacional, la generación de empleo y contribuir al desarrollo exportador de manufacturas de algodón para cumplir con los requisitos de origen que exigen los principales mercados internacionales, como Estados Unidos, México y la Unión Europea.
Los expertos también destacan que el decreto refleja el doble discurso del Gobierno Nacional, en tanto se realizan reuniones técnicas con el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, se manifiesta un apoyo al sector al menos teórico, porque no hay aporte de recursos, y de otro lado se expide una medida que va absolutamente en contravía de la política agropecuaria, rural, industrial y de reindustrialización del país.
Alternativas de superación
Por su parte, Oscar Trujillo, secretario de Agricultura del Huila dio a conocer que desde el gobierno ya trabajan en alternativas para avanzar con los productores de algodón, donde hasta la fecha no han visto mayores afectaciones debido a que la cosecha ya pasó.
“Estamos revisando las alternativas, de hecho, ya se tiene el cultivo del semestre que es el que se comercializa ahorita en el primer trimestre del segundo semestre, sobre ello estamos avanzando, pues no se ha visto todavía mayor afectación por esta dinámica del mercado que se tiene porque es algo que apenas se está entrando. Entonces, todavía no se ha visto un gran impacto en el departamento tanto el Huila, como si de pronto lo tiene en otras zonas del del país que son más fuertes”, explicó el funcionario de la gobernación del Huila.
De acuerdo con Trujillo, la idea es avanzar en algunas mesas con los productores para ver esas alternativas de cultivo y de rotación con el arroz principalmente.
“Desde la gobernación de Huila cuentan con todo nuestro apoyo para buscar alternativas y soluciones, nosotros lo que venimos haciendo es unas mesas constantes de trabajo con todos los sectores productivos, donde estamos trabajando en la identificación de esos sectores potenciales como departamento. Allí ya tenemos unos muy bien identificados y sobre los cuales estamos avanzando. La idea es seguir fortaleciendo estos sectores para seguir posicionando al Huila en los mercados internacionales”, precisó Oscar Trujillo.
Actualmente están evaluando la afectación que haya porque ya la cosecha que se recolecta pasó, entonces ya salió ese volumen a utilización y allí es donde evalúan si se alcanzó a sacar o está afectando a los productores desde ya con esta nueva medida.
“Son pequeños productores parceleros la gran mayoría, que están en promedio entre 5 y 10 hectáreas cada productor”, enfatizó Trujillo.
En conclusión, la situación actual de los productores de algodón en Colombia es crítica y desafiante debido a la reciente expedición del Decreto 1197 de 2025, que elimina los aranceles para hilos importados. Los gremios advierten que esta medida podría llevar al fin de la producción nacional de algodón, con serias consecuencias para la cadena productiva, el empleo y las economías locales en regiones como Tolima, Huila, Meta y Córdoba, entre otras.
En el Huila, el cultivo de algodón se considera una alternativa debido a las variaciones en las condiciones de suelo en los diversos municipios del Huila. Se busca principalmente como una opción para el manejo de diferentes malezas y evitar el agotamiento de la tierra. Además, contribuye a la oxigenación y mejora la calidad del suelo. Sin embargo, los agricultores muestran cierta reticencia hacia este cultivo debido a las condiciones de pago impuestas por las asociaciones. En este proceso, la entrega del algodón se efectúa después de la cosecha, que comienza en febrero, y los pagos no se realizan hasta finales de año. Esta incertidumbre en los precios se debe a la dependencia de las fluctuaciones en la Bolsa de Nueva York, lo que hace que los agricultores estén sujetos a las decisiones que se toman en ese mercado internacional.
Problemas principales:
- Decreto 1197 de 2025: La reducción a cero de los aranceles para hilados importados genera una competencia desleal, ya que las hilanderías nacionales no pueden competir con precios tan bajos, poniendo en riesgo el consumo de la producción local.
- Vulnerabilidad de la industria: Gremios como Conalgodón señalan que la industria nacional ya enfrentaba una situación crítica por altos costos de producción y bajos precios internacionales, y esta medida es la «estocada final».
- Pérdida de mercado: Existe el temor de que el mercado para la cosecha de algodón de 2025 y 2026 se pierda, ya que la industria local ya no tendrá incentivos para comprar la fibra nacional cuando puede importar hilados más baratos.
- Riesgo de cierre de hilanderías: El decreto amenaza el futuro de hilanderías importantes como Fabricato, que podrían verse obligadas a cerrar, afectando a miles de empleos directos e indirectos, muchos de ellos desempeñados por mujeres cabeza de hogar.
