Una cámara trampa captó por primera vez en el occidente del Huila a una osa andina acompañada de su cría. El hallazgo no solo confirma la presencia de la especie en esta zona, sino que también abre esperanzas sobre su reproducción y conservación en los ecosistemas de este territorio.
DIARIO DEL HUILA, ACTUALIDAD
Un momento inédito para la conservación de la fauna silvestre se vivió en el municipio de La Plata, Huila, donde fue registrado por primera vez un osezno de oso andino (Tremarctos ornatus) junto a su madre. El hallazgo se logró gracias al trabajo del grupo indígena de monitoreo “Kwes Uma Kiwe The´Gutha´W” y el acompañamiento técnico de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena (CAM).
La cría, de aproximadamente cinco meses de edad, fue detectada por cámaras trampa instaladas en el resguardo indígena Nasa – La Estación Tálaga, en un sector de bosque andino húmedo que se conecta con los parques naturales El Dorado y Puracé. Esta conectividad facilita el desplazamiento de grandes mamíferos, como el oso andino, una especie considerada vulnerable a nivel nacional.
La bióloga Katherine Arenas, de la CAM, explicó que el registro demuestra la existencia de condiciones mínimas adecuadas para que estos animales se reproduzcan: hábitats seguros, alimento disponible y escasa presencia de amenazas. “Ver una madre con su cría en buen estado corporal es evidencia de que hay un entorno favorable para su desarrollo”, afirmó.
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Según detalló la entidad ambiental, este hallazgo se dio el pasado 18 de junio, tras una jornada exploratoria organizada con la comunidad indígena para rastrear señales de fauna silvestre. A partir de senderos, huellas y comederos, se eligió un punto estratégico donde instalar cámaras. Días después, las imágenes mostraron a la osa caminando con su osezno.
El comportamiento observado, en el que la madre guía al pequeño por los senderos, le enseña a trepar árboles y buscar alimento, es clave para su supervivencia. Este tipo de interacción también permite a los científicos conocer más sobre las dinámicas familiares del oso andino en libertad.
Hasta ahora, los únicos registros de oseznos se habían dado en el norte y sur del Huila. Con este nuevo caso, el número de osos identificados en el departamento asciende a 227, gracias a monitoreos comunitarios que permiten individualizarlos mediante las manchas faciales, únicas en cada ejemplar.
El trabajo fue posible gracias al primer grupo indígena de monitoreo del departamento, conformado por líderes, estudiantes, cuidanderos y médicos tradicionales del territorio. Según Leidy Imbachi, vocera del colectivo, su labor es parte de una apuesta por proteger el equilibrio natural desde los saberes ancestrales. “Estamos fortaleciendo la conexión con la Madre Tierra a través del cuidado y registro de nuestra biodiversidad”, señaló.
Con esta nueva evidencia, la CAM buscará priorizar las zonas clave para la protección del oso andino y continuar con el seguimiento a la cría. Además, se resalta que estos procesos no solo aportan a la ciencia, sino también a la construcción de identidad y empoderamiento de las comunidades locales.
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